Todo depende, por lo general prefiero el anime, el hecho de ver a los personajes moverse, hablar y relacionarse ayuda a empatizar con ellos y cogerles cariño, y si cuentan con una animación y banda sonora buenas pueden ser una delicia para los sentidos.
Por otro lado, hay mangas que tienen un estilo tan personal y que depende tanto del trazo/composición que son muy difíciles de adaptar i conseguir el rollo/atmósfera que transmite el manga(cosas como vagabond, dorohedoro, punpun o berserk y muchos más). Nada es inadaptable, pero son cosas que requieren mucho más trabajo y mimo, así que por lo general no se adaptan o se adaptan pobremente.
En estos casos en los que en la adaptación se pierde valor, que no son pocos, manga de cabeza.
Tsugumomo, por ejemplo, es un manga de mierda que sirve básicamente para que el autor y los lectores le den al manubrio, pero tiene un dibujo muy chulo. Pues una adaptación al anime nunca valdrá la pena, porque a nivel argumental es algo lamentable y lo único que se salva es el arte del manga.