Cuando mencionan lo de la casa de los padres en el campo (o por lo menos no en la ciudad) ya están dando a entrever una realidad muy oscura de la pornografia nipona.
Cada año, muchas chicas jóvenes de zonas rurales/ciudades pequeñas viajan a la capital para ser actrices, idols o trabajar en el mundo del espectáculo. Las agencias están controladas por la yakuza quienes las empujan a la pornografia con la excusa de ser el primer paso para abrirse camino en el mundillo.
Antes de darse cuenta se ven forzadas a seguir participando en estas películas, ya sea mediante amenazas, drogas o violencia.
No pueden denunciar ya que se considera que eres actriz porno porque quieres (la lógica clasica de a una puta no se le puede violar) y solo vas a conseguir que la yakuza deje tu cadaver tras un contenedor. Encima no les puedes pedir ayuda a tus padres o parientes ya que si se enteran eres una deshonra, así que la mayoría continua haciendo pornografia, se muda para iniciar una nueva vida tratando de olvidar el pasado, u optan por el suicidio.
La chica eligió la tercera hasta que bestmatsu la salvó y comprendió que la vida es preciosa. Así que vio que lo mejor era empezar de cero con sus padres (segunda) y no permitir que bestmatsu descubriese la verdad.
Si se me permite, creo que han tratado este tema de manera magistral. Sin apuntar el dedo contra las agencias (es un suicidio) pero acentuando el sufrimiento que hay detrás de las pelis x de videoclub.
No todas las actrices porno son Sasha Grey (por desgracia), la gran mayoría son victimas de todo tipo de abusos a causa de una decisión estúpida e inmadura.