“Trabajar con bacterias y sus virus en el suelo nos ha permitido observar en acción la coevolución entre huésped y parásito, y sirve como puente entre la teoría y el mundo natural”, explica a SINC Pedro Gómez, autor principal del estudio e investigador del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC), que actualmente trabaja en la Universidad de Oxford (Reino Unido).
El trabajo, publicado en Science, demuestra, por primera vez, que poblaciones de bacterias y sus virus (fagos) experimentan, en condiciones naturales, una evolución recíproca en términos de resistencia e infección. Hasta ahora, este comportamiento nunca se había observado de forma directa.
Los resultados tienen implicaciones importantes en ecología evolutiva, salud humana, ganado y agricultura. De hecho, conocer cómo los fagos (tipo de virus) pueden inducir cambios ecológicos y evolutivos de las bacterias en ambientes naturales “abrirá la puerta hacia su uso terapéutico como antibióticos evolucionados”, adelanta el investigador.
Para realizar el estudio, los científicos desarrollaron cuatro tratamientos con ocho réplicas cada uno para averiguar el efecto de los componentes físicos y bióticos del suelo en la interacción entre bacterias y fagos.
Las poblaciones de ambas especies evolucionaron a la vez en el suelo, tanto en ausencia como en presencia de una comunidad microbiana natural “y en tan sólo cuestión de semanas”, concluye Gómez