Si ahora mismo descubriéramos un asteroide en rumbo de colisión con la Tierra estaríamos prácticamente indefensos, ya que no disponemos de la tecnología para desviarlo; lo de las bombas nucleares o enviar astronautas allí no es viable.
Así que la Agencia Espacial Europea y la NASA están pensando en lanzar una misión al Dydimoon, la pequeña luna del asteroide Didimos, para ver si, explicado de forma un poco castiza, pegándole un buen castañazo consiguen modificar su órbita.
La misión AIDA, de Asteroid Impact & Deflection Assessment, Misión de Análisis de Impacto y Desvío de un Asteroide, está compuesta por dos sondas.
Primero se lanzaría en 2020 la misión AIM, de Asteroid Impact Mission, a cargo de la ESA, que llegaría al sistema Didimos en 2022 para ponerse a estudiar Dydimoon.
Luego, en 2021 se lanzaría DART, de Double-Asteroid Redirection Test, que llegaría allí también en 2022, pero más tarde que AIM, para estrellarse contra Dydimoon a unos 6 kilómetros por segundo.
AIM se encargará de observar el impacto y, después de este, comprobar si en efecto la órbita de Dydimoon ha cambiado; eso sí, la órbita de Didimos no se cruza con la de la Tierra, así que sea cual sea el resultado de la misión esta no hará que este asteroide venga hacia nosotros.
Con lo que averigüemos con AIDA igual podemos irnos preparando para cuando venga el asteroide, pues es una cuestión de cuando vendrá, no de si vendrá.