En este sentido expertos del Hospital Clínic de Barcelona han lanzado hoy un aviso a los viajeros que vayan a Cuba para que tomen medidas de precaución, como beber agua embotellada, para evitar el contagio del cólera. Las vacunas disponibles frente al cólera tienen una efectividad limitada y, por lo general, no se recomiendan, destaca el coordinador del Servicio de Atención al Viajero Internacional (SAVI) del Clínic, José Muñoz, a través de un comunicado.
El epidemiólogo Antoni Trilla, director de Calidad y Seguridad Clínica del Hospital Clínic, ha destacado que las informaciones aportadas por las autoridades cubanas son "confusas" y que es difícil saber exactamente cuántos casos de cólera hay en la isla, según informa Efe.
El brote fue detectado en junio pasado en Manzanillo, localidad de 130.500 habitantes de la provincia Granma, situada a unos 900 kilómetros al este de La Habana.
Autoridades internacionales han recordado las medidas de prevención habituales para evitar la diarrea del viajero, que "son suficientes para prevenir esta patología", indican. Así, según recoge la Agencia SINC, éstas son "lavarse las manos, consumir agua embotellada incluso para lavarse los dientes, evitar poner hielo en las bebidas, no tomar zumos naturales o helados artesanales y no ingerir alimentos crudos".
De esta manera, el brote de cólera, que fue notificado el pasado 29 de julio por el Ministerio Cubano de Salud, está siendo seguido de cerca por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que estudia la evolución de esta epidemia y de otro brote ocurrido en la República Dominicana, donde al menos 300 personas con síntomas de esta enfermedad han sido ingresadas en los últimos tres días. Y es que, esta enfermedad infecciosa es peligrosa porque "se transmite por contaminación fecal de agua y alimentos contaminados", indican las autoridades.
Debido a ello, está estrechamente vinculada al saneamiento deficiente y a la falta de agua debidamente potabilizada. En cuanto a los síntomas, éstos responden a diarrea aguda acuosa, muy abundante y de corta duración. Sin embargo, en sus tipologías más graves, "conduce a la deshidratación en dos o tres horas", manifiestan.
Para paliar sus efectos, los expertos aconsejan rehidratarse y, en los casos más intensos, ingerir antibióticos. No obstante, señalan que está existiendo una confusión generalizada en cuando a la magnitud de la epidemia y su geolocalización. "Una de las posibles razones es el temor de las autoridades cubanas ante las repercusiones negativas que tendría sobre el turismo", concluyen.