La sustancia, dicen los científicos del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, Estados Unidos, podría ser utilizada en una nueva clase de fármacos para combatir una variedad de infecciones, desde dengue y fiebre amarilla hasta hepatitis B, C y D.
Actualmente, una versión sintética del compuesto, llamado escualamina, está siendo sometida a ensayos clínicos en humanos para el tratamiento de cáncer y varias enfermedades de los ojos.
os investigadores, que publican su estudio en Proceedings of the National Academy of Sciencias (PNAS), notaron que esta especie de tiburón tiene una poderosa inmunidad natural a las infecciones virales.
Se sabía ya que el escuálildo utiliza la escualamina para combatir a bacterias.
Y nuevas pruebas llevadas a cabo en el laboratorio revelaron que la sustancia también tiene potencial como antiviral, para combatir una amplia variedad de virus humanos y animales.
Esperanza farmacológica
La escualamina sintética está siendo probada en pacientes para evitar el crecimiento de vasos sanguíneos en tumores cancerosos.
Y hasta ahora no ha mostrado efectos secundarios.
En sus pruebas de laboratorio, los científicos descubrieron que la escualamina interrumpe las interacciones en las membranas necesarias para la replicación viral.
En cultivos de tejidos se encontró que el compuesto era capaz de inhibir la infección que causa el virus de dengue en las células de los vasos sanguíneos y el virus de hepatitis B y D en las células hepáticas.
Y los estudios con animales revelaron que la escualamina controlaba las infecciones de fiebre amarilla, del virus de la encefalitis equina del Este y del citomegalovirus murino.
En algunos casos, dicen los investigadores, los animales pudieron curarse.
"Me interesé en los tiburones debido a su sistema inmune que aparentemente es primitivo pero muy efectivo" dice el profesor Michael Zasloff, quien dirigió el estudio.
"Nadie podía explicar porqué el tiburón es tan resistente".
El científico agrega que fue "inmensamente estimulante" darse cuenta de que la escualamina tiene propiedades potenciales tan amplias.
"La escualamina parece proteger contra virus que atacan al hígado y a los tejidos sanguíneos, y es probable que otros compuestos similares que sabemos que también produce el tiburón podrían proteger contra infecciones virales respiratorias", señala.
"Quizás podríamos se capaces de aprovechar el novedoso sistema inmune del tiburón y convertir todos esos compuestos antivirales en agentes que puedan proteger al humano contra una amplia variedad de virus. Eso sería revolucionario".
"Existen ya varios agentes antibacterianos, pero los médicos cuentan con pocos fármacos antivirales para sus pacientes y no muchos son ampliamente activos".
El científico señala que es necesario llevar a cabo más investigaciones para probar este nuevo candidato, pero el hallazgo, dice, es muy prometedor.
"Estamos suficientemente convencidos del potencial de la escualamina como agente antiviral e intentamos llevar este compuesto a los humanos" dice el profesor Zasloff.
"Ciertamente es un fármaco muy prometedor" agrega.