Investigadores holandeses han encontrado una fórmula para revertir el envejecimiento, informa el Erasmus University Medical Center en un comunicado.
Los investigadores suministraron a ratones envejecidos deliberadamente una molécula desarrollada en sus laboratorios y descubrieron que los ratones se volvieron más fuertes, recuperaron su pelaje y mejoró su función orgánica.
Los investigadores inyectaron la nueva molécula a ratones mutantes que envejecen rápidamente. Estos roedores viven alrededor de la mitad del tiempo que los ratones normales, y cuando sólo tienen unos meses de edad, su piel comienza a caer, sus riñones empiezan a fallar, y se vuelven lentos en sus movimientos.
Sin embargo, la nueva molécula aumentó la densidad de su piel, invirtió el daño renal y aumentó la cantidad de tiempo que pudieron correr en una rueda dentro de su jaula. Cuando los investigadores probaron la molécula en ratones envejecidos por la edad, vieron una imagen similar: además de ayudar a sus riñones y pieles, la molécula también aumentó su disposición a explorar su entorno.
La molécula desarrollada por estos investigadores es un péptido que interrumpe la conexión entre dos proteínas. Los péptidos son un tipo de moléculas formadas por la unión de varios aminoácidos mediante enlaces peptídicos. Los resultados de esta investigación se publican en la revista Cell.
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Los investigadores sólo han probado Proxofim en ratones, pero se proponen iniciar ensayos clínicos. "Primero queremos investigar la seguridad y la eficacia aún más. A continuación, esperamos ampliar el estudio a los pacientes con formas agresivas de cáncer en el plazo de uno a dos años, y después estudiar su eficacia para dolencias geriátricas. No buscamos la vida eterna, pero una vida más larga sin dolencias y en excelente estado de salud sería una gran cosa", declaran los investigadores.
Este descubrimiento puede ayudar en nuevos estudios sobre el envejecimiento saludable y cómo las personas pueden volverse más sanas una vez que tienen dolencias. Además, parece funcionar bien para ciertos cánceres en etapa terminal y ayuda en la búsqueda de tratamientos para estos tipos de cáncer.
Sin embargo, matar un gran número de células senescentes podría desencadenar una complicación potencialmente fatal a veces sufrida por pacientes con cáncer. Además, las células senescentes favorecen la cicatrización de las heridas, y la destrucción de estas células puede perjudicar esta capacidad. Por eso las investigaciones con humanos son acogidas con cautela, señala Science.
La noticia tiene un párrafo en medio con detalles técnicos sobre la molécula, pero como se trata de un nivel alto que solo podría entender gente que haya estudiado biología o química (a lo T-1000), pues no la incluyo para no marear la perdiz.
La noticia resulta realmente interesante, supongo que avances de este tipo serán la base de la pirámide científica que modificará la vejez humana en las próximas décadas, a saber a qué llegará el ser humano a este paso. Según los propios científicos, el cuerpo humano está hecho para aguantar un máximo de 115 años, independientemente de lo sano que haya sido uno hasta ese momento (de hecho la persona que alcanzó mayor edad fue una mujer francesa con 122 años), pero con elementos químicos y artificios de este tipo no me sorprendería que se pudiese ampliar, tarde o temprano, este margen temporal de manera significativa, o que la gente de 80 años parezca tener 20 o 30 años menos.