"No cometamos el error de creer que lo peor ha pasado, ésta crisis continúa, con desplazamientos masivos, riesgo de propagación de enfermedades, hacinamiento en los campamentos y situaciones que superan a los trabajadores humanitarios en el terreno", según el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Adrian Edwards.
Varios organismos internacionales han confirmado la existencia de una epidemia de cólera en Mogadiscio, a donde han llegado decenas de miles de desplazados procedentes de las regiones del sur de Somalia más afectadas por la sequía causante de la hambruna.
En una rueda de prensa, el experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michel Yao, dijo que en pruebas de laboratorio se ha confirmado "un número de casos tres veces más elevado con respecto a hace un año, con lo que podemos decir que hay una epidemia de cólera en curso".
Los casos de cólera se han corroborado principalmente en Mogadiscio, con análisis que apuntan a una tasa de 40% de casos positivos entre los desplazados y el resto entre la población local. Asimismo, se han observado brotes en áreas del sur del país, varios de ellos bajo control.
También en Mogadiscio se han confirmado casos de sarampión y dengue, así como afectados por esta última enfermedad en Somalilandia (región autoproclamada independiente).
La rápida propagación del cólera fue atribuida por Yao a que los asentamientos informales de desplazados se han multiplicado, pero en condiciones de extrema precariedad; al escaso acceso al agua apta para el consumo y a servicios de saneamiento básico, a la alta tasa de malnutrición infantil, así como a la limitada capacidad de los centros de salud.
El experto confesó que su organización teme una rápida propagación de esa enfermedad infecciosa como consecuencia de los "movimientos de la población que no podemos controlar".
Según los datos reunidos por la OMS, el 53% de los casos de cólera corresponden a niños.