Investigadores del Grupo de Biología Evolutiva de la Uned han descubierto una nueva especie de dinosaurio ornitópodo que habitó la actual Península Ibérica hace unos 125 millones de años y al que han bautizado como Morelladon beltrani como homenaje a la población donde se han encontrado –Morella (Castellón)– y al dueño de la mina en la hallaron los restos, Vicente Beltrán.
Según la información que acaban de publicar en un artículo en la revista Plos One, el Morelladon beltrani es un ornitópodo estiracosterno de tamaño medio, del que se estima que tendría una longitud aproximada de seis metros y una altura de dos y medio, muy similar en tamaño y proporciones a la forma europea Mantellisaurus atherfieldensis. Los ornitópodos son una infraorden de los dinosaurios caracterizados por estar dotados de tres dedos, similares a los de las aves.
La característica más destacable de esta nueva especie de dinosaurio es la presencia en las vértebras dorsales de espinas neurales muy altas. Los expertos piensan que estas espinas podrían sustentar una especie de vela en la región dorsal que estaría relacionada con procesos de termorregulación corporal o con el almacenamiento de grasa para soportar periodos en que escaseaba el alimento. Otra posibilidad que tampoco descartan es que esta estructura jugara un papel destacado en la comunicación entre los miembros de la manada.
Los miembros del Grupo de Biología Evolutiva de la Uned han encontrado restos de un único individuo. En concreto se trata de material de parte de la región dorsal y sacra, la región de la pelvis y parte de la extremidad posterior. El hallazgo de Morelladon beltrani se ha producido en los mismo niveles en los que ya se conoce la presencia de Iguanodon bernissartensis y Mantellisaurus atherfieldensis, lo que implica un aumento de la diversidad de ornitópodos de tamaño medio o grande en la región del sur de Europa hace unos 125 millones de años.
El grupo de investigadores responsables de este descubrimiento trabaja habitualmente en el análisis de la fauna de vertebrados del Creático Inferior de Morella. Las arcillas rojas de Morella son pioneras en la dinosauriología española y de ellas proceden parte de los primeros restos de dinosaurios identificados en España en el último tercio del siglo XIX. El más abundante en la zona probablemente es el Iguanodon. Los controles paleontológicos rutinarios que se realizan en las canteras de extracción de arcilla de Vega del Moll han permitido que en las últimas décadas se hayan localizado en ellas 16 yacimientos y se hayan extraído más de 4.000 restos fósiles de vertebrados.