Tras revisar los nuevos datos que se solicitaron entonces sobre las cepas de H5N1 creadas en sendos laboratorios de Rotterdam (Holanda) y Wisconsin (EEUU), dicho comité consideran que no son tan peligrosas como parecían inicialmente, "y que los beneficios de su publicación son mayores, y pueden ayudar a predecir qué virus de la gripe de los que circulan en el ambiente pueden ser potencialmente pandémicos", según cita el diario 'The New York Times'.
Aunque no ha habido unanimidad total. Los asesores han votado por 12 a cero que se levante el veto al estudio norteamericano, pero respecto al holandés el resultado ha estado más reñido: 12 a seis. Los trabajos aparecerán publicados en las revistas 'Nature' y 'Science' respectivamente; que han sido las primeras en felicitarse por la decisión.
Los argumentos
"Han sido muy tensos", ha confesado al diario 'The Wall Street Journal' Arturo Casadevall, uno de los panelistas y profesor de Microbiología en el Albert Einstein College de Nueva York (EEUU).
Según sus propias explicaciones, dos argumentos han decantado finalmente la decisión en favor de la transparencia informativa. La primera, que no era posible legalmente difundir los detalles sólo entre la comunidad científica; "la decisión era no publicarlo o hacerlo plenamente". En segundo lugar, añade, después de escuchar a científicos de todo el mundo, los asesores se han convencido de que publicar los detalles es la mejor manera de "predecir futuros cambios en el virus de la gripe aviar que lo pueden hacer más peligroso en humanos".
Elevado contagio
Los experimentos 'vetados' hasta ahora implican un tipo de virus H5N1 creado en el laboratorio cuyas mutaciones le permitirían contagiarse con más facilidad entre personas (dichos virus aviares se contagian con facilidad de aves a humanos, pero no tanto de persona a persona). Sin embargo, según ha explicado uno de los portavoces del panel, "los nuevos datos revisados nos demuestran que la información no es suficiente para ser considerada una amenaza para la seguridad nacional".
El dictamen de este panel será enviado ahora al departamento de estado que dirige Katherine Sebelius, y aunque no es vinculante, suele escuchar sus recomendaciones.