Cuando al fin el grupo de expertos de la Universidad de Harvard entregó los primeros informes acerca de las pinturas o pictogramas, la sorpresa fue grande al constatarse que no se trataba de postulados filosóficos como se pensaba.
Sino de un arsenal de conocimientos científicos referentes al funcionamiento del cuerpo humano y al sistema solar.
Algunos de estos conocimientos son anteriores al mismo descubrimiento hecho por los europeos.
En las cavernas se encuentra descrita la circulación de la sangre en el cuerpo, que William Harvey descubrió en el siglo XVII, en tanto que las pinturas, según pruebas que se han hecho, datan de los siglos XV o XVI.
ambién el sistema planetario está descrito con absoluta perfección; se pueden ver Júpiter con sus lunas y Saturno con sus anillos.
¿Acaso tuvieron telescopios antes que Galileo?
Quedan preguntas que aún, ni ellos, desvelan o conocen. Como el misterio que de la estrella Sirio oscura hablan.
O ¿Cómo supieron los Los Dogón en la actualidad cuándo debían celebrar la primera fiesta Sigi?…
Y si llegaron del astro oscuro, ¿cómo hicieron el viaje?
Nada hay en las pinturas de las cavernas que indique que haya habido un viaje intergaláctico.
Y si hubo una supercivilización, hoy sólo queda muy poco de ella. Aunque yo reconozco que son peculiarmente extraordinarios.