¿Cómo la poco peligrosa Yersinia pseudotuberculosis se convirtió en la letal Yersinia pestis, causante de la enfermedad comúnmente conocida como La Peste?
Hay algunas explicaciones plausibles, pero ninguna convence a toda la comunidad científica. Ahora, unos científicos de la Escuela Feinberg de Medicina de la Universidad del Noroeste, en Estados Unidos, han aportado una nueva explicación de cómo estos dos patógenos, con materiales genéticos prácticamente idénticos, pueden producir dos enfermedades tan diferentes.
El equipo de investigación ha usado nuevas técnicas de secuenciación de ADN, y ha logrado identificar una fuente inesperada de estas diferencias, que podría ayudar a explicar la rápida evolución de La Peste.
Los resultados sugieren cómo la nueva tecnología se podría utilizar para ayudar en el desarrollo de tratamientos destinados a combatir enfermedades mortales como la citada.
Mucha gente piensa que La Peste es una enfermedad del pasado, pero sigue siendo un problema de salud pública actualmente, tanto en las personas como en los animales, tal como advierte Wyndham Lathem, autor principal del estudio. La bacteria de La Peste es extremadamente peligrosa y muy virulenta. Sin tratamiento, pueden bastarle a un paciente tan sólo de tres a cinco días para pasar de la infección a la muerte.
La Organización Mundial de la Salud informa de 1.000 a 3.000 casos de Peste cada año en el mundo. De hecho, la bacteria causante, la Yersinia pestis, está presente en todos los continentes excepto en la Antártida.
l ancestro de La Peste, la Y. pseudotuberculosis, aún existe e infecta a humanos, pero causa una enfermedad gastrointestinal leve y la mayoría de la gente no muestra síntomas.
El equipo de Lathem y Jovanka Koo ha descubierto que las diferencias entre estas dos subespecies en cuanto al nivel de daños que causan surgieron seguramente a partir de cambios en los sARNs (ARNs de pequeño tamaño y no codificantes). Estas moléculas nunca se traducen en proteínas, a diferencia del tradicional ARN "mensajero" que es copiado del ADN para crear proteínas y que es bien conocido por los científicos.
Dentro de las células bacterianas existen cientos de moléculas de ARN no codificante, pero, hasta hace poco, en muchos casos los científicos no habían logrado determinar su función.
El equipo de Lathem identificó a 150 sARNs, la mayoría de los cuales son específicos de la especie Yersinia, y seis sARNs exclusivos de la Y. pseudotuberculosis. Las diferencias son las responsables de la virulencia de la bacteria de La Peste.