Aunque los últimos trabajos han llegado a atribuir verdaderos "superpoderes" al café, incluso el potencial para alargar la esperanza de vida o reducir el riesgo de diversos tipos de enfermedades, no todos los estudios son tan benevolentes con esta bebida internacional.
De hecho, un reciente estudio presentado en la Reunión Anual de la Asociación Americana para la Investigación del Cancer el pasado 31 de marzo ha detectado una desventaja en el consumo de café: consumir dos o más tazas de café o té puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de pulmón, incluso en los individuos no fumadores. De momento el trabajo no se ha publicado en ninguna revista científica.
El café y el cáncer de pulmón
Para los investigadores, llama la atención haber detectado esta correlación incluso en individuos no fumadores, dado que se sabe que los individuos que consumen cigarrillos también son más propensos a consumir café, y en estudios previos algunos riesgos para la salud habrían sido difíciles de diferenciar al no haber tenido en cuenta este consumo simultáneo de sustancias, como sugiere Jongjing Zhu, estudiante de la Universidad de Vanderbilt en Tennessee, y autor principal del estudio.
Para llegar a estas conclusiones, un grupo internacional de investigadores dirigidos por Zhu examinó datos de 17 estudios diferentes, donde participaron 1.2 millones de personas de Estados Unidos y Asia. Se tuvo en cuenta si los participantes consumían café o té, y también si fumaban. Casi la mitad de los participantes eran no fumadores.
Así mismo, se siguió a los participantes durante una media de 8.6 años, detectando hasta 20.500 cánceres de pulmón entre ellos.
Según los datos obtenidos, entre los individuos no fumadores que bebían dos o más tazas de café al día existía hasta un 41% más de riesgo de sufrir cáncer de pulmón respecto a los que no tomaban café. Así mismo, aquellos individuos no fumadores que bebían dos o más tazas de té al día tenían un 37% más de riesgo de sufrir cáncer de pulmón que nos que no tomaban té.
Este riesgo no variaba con la edad, la raza o el tipo de café. Incluso el café descafeinado aumentaba el riesgo, incluso un 15% más que el café con cafeína, por lo que se sospecha que la cafeína como tal no tendría nada que ver en dicho riesgo.
Aún así, según recuerda Zhu, este trabajo es un estudio observacional, por lo que no se pudo comprobar una causa-efecto. Aún así, descartando la cafeína, se sospecha que el proceso de tostado podría ser la clave en la relación entre el café y el cáncer de pulmón.
Un estudio con limitaciones
Además de no haber intentado estudiar una posible causa-efecto en esa correlación, el estudio no carece de limitaciones y posibles sesgos a tener en cuenta. Por ejemplo, a pesar de que se realizó un seguimiento de varios años a todos los participantes, los datos de consumo de tabaco, café y té solo se midieron al comienzo de los estudios, por lo que se desconoce si tras el paso de los años los participantes cambiaron sus comportamientos respecto a estos consumos.
Por otro lado, tampoco se sabe si los no fumadores estuvieron expuestos al humo de segunda mano, algo que también se sabe que aumenta el riesgo de cáncer de pulmón.
Finalmente, otros trabajos presentados en esta reunión son algo más positivos para el café: su consumo no se asoció con un mayor riesgo de glioma cerebral o cáncer colorrectal ni en hombres ni en mujeres; tampoco existe asociación con el cáncer de vejiga o cáncer de células renales en los hombres fumadores. Por otro lado, el consumo de café se habría asociado con un menor riesgo de cáncer de mama en las mujeres posmenopáusicas, y el consumo de té reduciría el riesgo de glioma en las mujeres. Por su parte, el café descafeinado se habría asociado con un menor riesgo de cáncer colorrectal.
Fuente: El Español.