Las imágenes parecen sacadas de una película de ciencia ficción, pero pertenecen a los informativos de la televisión alemana y corresponden a la situación de alerta sanitaria decretada anoche a causa de un brote infeccioso causado por la bacteria 'Escherichia coli', con más de 300 personas afectadas en distintos puntos del país. Según ha reconocido a primera hora el Ministerio de Sanidad, 40 de los casos diagnosticados como el síndrome hemolítico-urémico se encuentran en estado grave.
En condiciones normales, esta bacteria reside en los intestinos del ser humano y forma parte de su flora intestinal, colaborando en la absorción de los nutrientes; aunque algunas cepas son capaces de producir toxinas capaces de provocar malestar intestinal, sobre todo en los niños.
En el brote alemán, la bacteria está causando graves infecciones intestinales que tienen como efecto a su vez diarreas, insuficiencia renal, daños vasculares y anemia. Dos de los pacientes más graves requieren ya ventilación asistida.
Las hemorragias intestinales son los síntomas de la última y más peligrosa etapa de la infección. La mayor parte de las personas infectadas hasta ahora son mujeres y se cree que el primer caso fue uno registrado el 10 de mayo. "La propagación de tantos casos en tan poco tiempo es muy preocupante, la situación por ahora está fuera de control", ha reconocido el jefe de Epidemiología del Hospital de Hesse en la radio alemana.
Las autoridades sanitarias explican que en Alemania se registran cada año entre 800 y 1.200 casos de intoxicación por la bacteria 'Escherichia coli', fundamentalmente en niños, pero en este caso, según ha informado el Instituto Robert Koch, se trata de un brote inusual, dado que produce síntomas mucho más intensos y ataca particularmente a los adultos.
A gran velocidad
La bacteria se transmite a través del consumo de carne contaminada, leche cruda, vegetales o frutas que estuvieron en contacto con heces de animales infectados. Las principales sospechosas, en este caso, son las verduras crudas y los primeros resultados de la investigación sanitaria apuntan a que se está expandiendo por el país a gran velocidad y en dirección norte-sur.
En Frankfurt han sido cerradas dos cantinas de empresa mientras dos pacientes permanecen en coma inducido, pero los estados del norte son los más afectados. En Schleswig Holstein se registran ya 91 casos, 13 en la ciudad de Hamburgo, otros 67 en Baja Sajonia y más de 50 en Bremen. "El número de pacientes es ya lo suficientemente alto como para que tengamos que contar con la posibilidad de que se produzcan algunas muertes. Estadísticamente, un 5% de los casos de infección no sobreviven", reconoce el doctor Jan Kielstein, que se ocupa de los 10 pacientes de Hannover.
El origen de la infección podría estar en los fertilizantes utilizados para el cultivo de hortalizas ecológicas, de los que hubiese llegado a formar parte heces de animales contaminados. Greenpeace advierte que la bacteria también puede propagarse con el viento, desde las heces hasta las frutas y verduras.