os dejo una entrada de un blog de una mujer española en alemania y aparte, Las diez mejores recetas para utilizar #1kilopepino
Que los españoles somos unos guarros, que los esclavos (sic.) que trabajan en Almería lo hacen en condiciones infrahumanas, sin posibilidad de lavarse siquiera las manos para trabajar, que las vacas en Almería (en serio? ¿vacas en Almería?) se ponen enfermas (por las condiciones infravacunas en las que viven, natürlich), que en España se riegan los cultivos con mierda?etc.etc.
Estas son algunas de las perlas que hay que oír en las Teutonias cuando el pepino sale a colación. Y aunque es verdad que los medios (más) serios han dejado de hablar de Spanische Gurken y ahora hablan de Gurken, Tomaten y Salat a secas, el daño ya está hecho y los pepinos españoles se quedan en su casa.
Que en España sólo se haya dado un caso (y mire usted qué casualidad que el buen hombre acababa de volver de Alemania), que en Almería ? cuna de los supuestos pepinos tóxicos ? no haya vacas (y que yo sepa el abono de alacrán no está a la orden del día), que Spanien, después del tema de la Colza, tenga uno de los sistemas de control sanitario más fuertes de Europa? no vale.
Alemania está pagando compartir economía con países subdesarrollados. No tenían suficiente con tener que rescatar a media Europa, ?acoger? a medio millón de parados españoles, trabajar más que cualquier otro país y jubilarse más tarde (JA JA JA), para que encima vengan ahora estos desagradecidos a envenenarnos.
Que hace poco hubiese otro escándalo alimenticio por estos lares, otro más higiénico en hospitales, que no exista la Amukina, la lejía no forme parte de ningún Haushalt que se precie, que la fruta y la verdura estén a granel en el 99% de los supermercados, se pueda sobar, mirar, volver a dejar, que las fresas con pelaje azul (o sea, moho) estén a 10 euros el kilo (porque ese moho sigue siendo bio), que un camionero teutón reconociese que se la cayó el cargamento de pepinos (información que desapareció misteriosamente de este artículo en unas horas)? y suma y sigue, no vale.
Esto sin contar las pequeñas obras de cada día: la (no) higiene en los niños (y adultos), el ultraeficaz y antibacteriano método de limpiar y lavar los utensilios de cocina, la contribución ciudadana al ahorro en los hospitales, los súperpoderes de la comida bio (¿para qué lavarlo si es de cultivo ecológico?)?etc.etc.
Pero eso sí, en España somos unos guarros.
Mi marido y mis suegros se niegan a comer ensalada, me han llenado la casa de potitos de fruta para el Pestañas, quieren reducir las meriendas de los mayores a Brezel con mantequilla? ¿por la bacteria? Nein, por la lejía.
El resto de los habitantes mierdapuebliles (biocuñada en el norte de Alemania incluida) siguen comiendo frutas y hortalizas. ¿Y qué medidas extraordinarias han tomado para no intoxicarse?
Agüita y jabón. Aquí, súperextraordinario.