El Dr. Paul Kersey (Bruce Willis) es un famoso cirujano que vive con su familia en Chicago. Un día, su esposa (Elisabeth Shue) y su hija (Camila Morrone) son brutalmente atacadas en su casa. Paul, que siempre había sido un tipo tranquilo, siente cómo la sed de venganza va apoderándose de él. Con la policía sobrecargada de crímenes, decide tomar la justicia por su mano e ir en busca de los agresores de su familia y de paso enfrentarse a todo tipo de criminales. A medida que las víctimas acaparan la atención de los medios, la ciudad se pregunta si este vengador es un ángel guardián... o un simple justiciero.
Quitando Glass lo más decente del último año de Bruce.