Lukas es un portero de discoteca que malvive en un suburbio belga, mientras intenta sacar adelante honradamente a su hija adolescente. Una noche, cuando intenta aplacar a un cliente borracho, este pierde el conocimiento y acaba denunciándole. Como consecuencia, los jefes de Lukas lo despiden. Entonces, y por mediación de un compañero, consigue una entrevista de trabajo en un local de striptease. La policía pronto acude a él y acaba descubriendo que el local es en realidad una tapadera de un buscado criminal. Lukas deberá convertirse, a la fuerza, en un infiltrado policial.
Se podrán verter ríos de tinta acerca del comportamiento pasado de Van Damme fuera de los platós de cine. También se podrá hablar de su cacareada vida privada. Sin embargo, lo que no se puede negar es que, cinematográficamente hablando, hace tiempo que pagó su penitencia en Hollywood. Allí le cerraron las puertas de por vida desde que ‘Soldado Universal: El retorno’ (Mic Rodgers, 1999) fracasó en taquilla.
Durante su paso por el purgatorio del VOD, Van Damme ha dejado un buen número de buenas películas. Films que se han ido intercalando con otros DTV de baja estofa obligado por contrato. El pasado 2018 viajó hasta su país natal para protagonizar ‘The Bouncer’ aka ‘Lukas’. Al frente de la dirección el interesante Julien Leclercq. Con un importante apoyo de Canal+ Francia, ‘Lukas’ acabó llegando a cines en varios países europeos e incluso tuvo una salida limitada en EEUU. Ahora nos llega a nuestro país, directa a DVD, primero en alquiler (13/02/19) y luego en venta (07/03/19).
‘Lukas’ es un descarnado thriller a la francesa. Un film que recupera la esencia de los clásicos de estilo polar de los años 70. La película cuenta con un importante halo de tensión permanente y avanza al ritmo en que el personaje va siendo más y más presionado por su jefe a introducirse en el submundo criminal belga-holandés. Al mismo tiempo que la Interpol le presiona para que avance en su labor de confidente.
La atmosférica dirección de Julien Leclercq va directa al grano desde que le damos al play. Aquí encontraremos muchas escenas filmadas cámara en mano, buscando acercarse de lleno al personaje central. También atención al uso del plano secuencia en la primera entrada
No vamos a vender ‘Lukas’ como un film de acción genérico más en la filmografía de Van Damme. No lo es. Tiene importantes momentos de acción, bien esparcidos por su metraje, pero todos están movidos por los acontecimientos. El primero de ellos tiene
llega de forma totalmente inesperada, tanto para el protagonista como para el espectador. Esa set-piece está resuelta de una forma real y visceral y marca el tono de toda la película. Estamos ante en un film que busca acercarse lo máximo posible a la realidad con una fotografía plenamente destemplada.
Apuntar también el buen libreto de Jéremie Guez, sin ser nada novedoso, no da ninguna concesión al espectáculo. El guión absorbe el tono de cine negro clásico que acaba de redondear la fotografía plena de frialdad. Labor esta última a cargo de Robrecht Heyvaert. Ojo a este director de fotografía que acaba de dar el salto a Hollywood con ‘Bad Boys for Life’ (Adil El Arbi, Billal Fallah, 2020). Por último, la score viene firmada por Nicolas Duport.
Van Damme da vida al Lukas del título. Lukas es un antiguo portero de discoteca ya en la cuesta abajo física de su vida. Además, acaba perdiendo su trabajo por un malentendido roce con el hijo mimado de un político. Bordeando el desahucio, acaba aceptando un deleznable empleo como gorila de prostíbulo, en realidad tapadera de una peligrosa asociación criminal.
El trabajo de Van Damme es muy áspero y absolutamente mimetizado con su personaje. Jean-Claude está rebosante de carisma y llenando cada plano. Su labor y la dirección sobria y contundente por parte de Leclercq son las grandes bazas de ‘Lukas’. Ambas unidas a su ajustadísima duración de sólo 83 minutos contando créditos finales. Intencionadamente, la cinta dejará algunas cosas a la imaginación del espectador, como todo buen thriller criminal Old School.
No hay lugar en el film para ninguno de los hijos de Van Damme en la vida real. Estos se habían vuelto unos asiduos de los últimos DTV de su padre. El hecho de no aparecer en esta historia se agradece, ya que habría quitado mucha de la pátina realista al film.
En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de Lukas, un implacable thriller criminal. Contiene destellos del mejor cine negro setentero y unas claras reminiscencias al estilo de William Friedkin. Especialmente de sus películas claves del policíaco como ‘French Connection’ (1971) o ‘Vivir y morir en Los Ángeles’ (1985). Una película que marca un nuevo camino crepuscular para su protagonista, Jean-Claude Van Damme, quien deja bien claro, por enésima vez, que es mucho más que músculos y patadas. Sin lugar a dudas este film es un buen descubrimiento.
Fuente: http://www.cineycine.com/cine/lukas/
Opinión personal: Es increíble que en 82 minutos se puedan contar tantas cosas, es una película cruda, de acción que te revuelve las entrañas, muy comedida y un autentico viaje a los infiernos, con JCVD supe ver el actor que había detrás de este icono cultural, esta película solo confirma la verdad oculta que nadie ve.