Una película con gran valor dramático que cuenta una historia realmente fantástica sobre Judah Ben Hur, un judío que acaba buscando venganza en las carreras de cuadrigas, donde las muerte no es un delito, contra Mesala - que encarna la represión Romana - que a pesar de haber sido su mejor amigo lo termina mandando a las galeras como esclavo y encarcelando a su familia por un accidente. La frase final de Judah Ben Hur "sentí que su voz quitaba la espada de mi mano" es memorable, una radiografía del cambio que experimenta el personaje a lo largo de la película y cómo deja las armas en nombre de Cristo (con el que ya había coincidido a lo largo de la película) para buscar la rendención.
La ambientación y las recreaciones de la cultura romana y judáica de le época están muy bien conseguidas, escenarios muy bien trabajados y una ingente cantidad de extras que recrean la ambientación de forma sublime. Es una película que requiere total atencion y no es para todo el mundo, se puede hacer lenta y cansina, sobre todo por sus diálogos pausados, puede que no sea apta para todo el mundo aunque seas critiano. Aún así la recomiendo al 100%, porque merece la pena ver uno de los más grandes trabajos de dirección realizados en la historia de la mano de William Wyler y una de las pocas ocasiones en la que Charlton Heston realiza un trabajo de actuación serio de principio a fin, donde se nota el esfuerzo que tuvo que realizar para completar casi cuatro horas de película a ese nivel. Por si fuera poco, el compositor Miklos Rozsa, maestro de John Williams, se marca una autentica obra maestra de banda sonara, sin duda una de las mejores de la historia.
Creo que una de las mejores películas hechas nunca. Lo peor, tener que haberla visto en formato letterbox.