Sólo quería compartir para aquella gente que no lo ha visto este magnífico monólogo de Edward Norton en la película la ultima noche de Spike Lee.
¿Qué me joda? ¡Jódete tú! Jódete tú, la ciudad y todos sus habitantes. Que se jodan los mendigos que van pululando por ahí para sacar pasta y riéndose de mí a mis espaldas. Que se joda el del limpia-cristales que ensucia el limpia-parabrisas limpio de mi coche, ¡consigue un puto trabajo! Que se jodan los Sikhs y los pakistaníes que van a toda hostia por las avenidas en sus decrépitos taxis con el curri infiltrándose por los poros y apestándome la vida. Putos aprendices de terrorista, id más despacio, ¡COÑO! Que se jodan los chicos de Chelsea con sus pechos depilados y esos voluptuosos bíceps, haciéndose mamadas en mis parques y en mis muelles, meneándosela en el canal 35 de mi tele. Que se jodan los tenderos coreanos, con sus pirámides de fruta carísima y sus rosas y tulipanes envueltas en celofán. Diez años en este país ¡y siguen sin hablal mi idioma! Que se jodan los rusos de Brighton Beach. Esos matones sentados en los cafés con esas tacitas de té con terrones de azúcar entre los dientes. Siempre conspirando, ¡volved a vuestro puto país! Que se jodan los asirios con sus sombreros negros, paseándose arriba y abajo por la 47 con sus gabardinas sucias de caspa, vendiendo diamantes sudafricanos de la época del apartheid. Que se jodan los agentes de bolsa de Wall Street, supuestos maestros del universo, imitadores de Michael Douglas alias Gordon Gecko, ¡siempre inventándose nuevas de dejar pelados a los pobres trabajadores! A esos gilipollas de Enron, que se les encierren toda su puta vida! ¿Qué Bush y Cheney no sabían nada de esa mierda? ¡No me toques las pelotas! Que se jodan los puertorriqueños, van 20 en un coche, aumentan la deuda social, montan el peor puñetero desfile de la ciudad. Y no me tires de la lengua con los dominicanos, hacen que los puertorriqueños queden bien. Que se jodan los italianos Bensonhurst con sus pelos engominados, sus chándals de nylon, sus medallones de San Antonio, blandiendo sus bates de béisbol marca Louisville slugger, firmados por Jason Giambi, ¡intentando hacer audiciones para los Sopranos! Que se jodan las esposas del Upper East Side, con sus pañuelos de Hermés y sus alcachofas de 50 pavos, caras sobre alimentadas, estiradas, machadas y moldeadas, tan tirantes y brillantes, ¡no consigues engañar a nadie, encanto! Que se jodan los hermanos del barrio norte, nunca pasan la pelota, no quieren defender, dan cinco pasos cada vez que entran a canasta y luego se dan la vuelta y le echan la culpa de todo al hombre blanco. La esclavitud se abolió hace 137 años, ¡pasad ya la puta página! Que se jodan los polis corruptos con sus porras para dar por el culo y sus cuarenta y un tiros, escudándose tras el muro azul del silencio. ¡Burláis nuestra confianza! Que se jodan los curas que abusan de niños inocentes y les meten mano, ¡que se joda la iglesia que les protege, entregándonos al mal! Y ya puestos, que se joda Jesucristo, ¡se libró de una buena! Un día en la cruz, un fin de semana en el infierno y todos los aleluya de las legiones de ángeles para la eternidad, ¡pásate tú 7 años en el puto talego de Otisville! Que se jodan Osama Bin Laden, Al-Qaeda y los gilipollas retrasados fundamentalistas trogloditas de todas partes, en nombre de los miles de inocentes asesinados, espero que pases el resto de la eternidad junto a tus 72 putas, ¡ardiendo de incombustible de avión en el infierno! Todos los jinetes de camellos con toallas en al cabeza, ¡besad mi real culo irlandés! ¡Que se joda Jacob Elinsky, quejica insatisfecho! Que se joda Francis Xavier Slaughtery, mi mejor amigo, ¡juzgándome y con los ojos clavados en el culo de mi novia! Que se joda Naturelle Riviera. ¡Confié en ella y me apuñaló por la espalda! me traicionó. Guarra asquerosa. Que se joda mi padre, con su pena interminable, detrás de esa barra, bebiendo sifón, vendiendo güisqui a los bomberos y animando a los yankis de Nueva York. Que se jodan los habitantes de esta ciudad, que se joda esta ciudad y sus habitantes. Desde las casas adosadas de Astoria hasta los áticos de lujo de Park avenue. Desde las viviendas sociales del Bronx hasta los lofts del Soho. Desde los bloques de piso Alphabet City pasando por las casas de piedra rojiza de Park slow, hasta los duplex de Staten island. Que un terremoto lo haga todo fosfatina. Que arda todo furiosamente bajo el fuego. Que se quede todo reducido a putas cenizas y que luego crezcan las aguas y sumerjan todo este sitio infestado de ratas. No. No, jodete tú, Montgomery Brogan. Lo tenías todo y la cagaste. ¡ERES UN CAPULLO!
Bueno, ¿Que os parece?