Es cierto que muchas de las veces que se va al cine es para dejarse llevar por las imágenes y fotogramas que se suceden una detrás de otra. El llamado cine “palomitero” existe y muchas de las veces se agradece. No siempre es adecuado ver algún filme de David Lynch, sino que en otras ocasiones se nos apetece ver algo sin muchas complicaciones ni muchas “comeduras” de cabeza. A mí me ha parecido truño y lo digo desde ya.
En este caso, es de órdago, señores, de órdago, porque ni siquiera se ponen a explicar el porqué de todo la desertización de la Tierra, por qué se ha contaminado todo nuestro planeta a pasos agigantados, tan solo explican en segundos todo esto, de manera más que superficial, de paso, además los pocos supervivientes que hay, tienen que sobrevivir buscando víveres, gasolina y demás cosas necesarias; claro, los zombies, se encuentran pululando por ahí. Ya desde el principio del filme te das cuenta las pretensiones de la cinta de ¿terror?, mostrándonos escenas de acción, y es que es eso, acción a raudales. Pero si al menos ese fuera su cometido, pero es que encima está mal rodada o implementada o como queráis decirlo, porque dichas imágenes no tienen atisbos de tensión por ninguna parte, nada de nada amén de que todo es previsible, vas por delante de la película. Todo se basa en llegar a Alaska, huyendo de la malvada corporación Umbrella. Algunos efectos están muy bien conseguidos, los cuervos realmente impresionan, la caracterización de los zombies es excelsa en la mayoría de los casos. Esos son los únicos puntos a su favor, la técnica podríamos decir, pero no es una peli de terror, es de acción, y esta saga, la de videojuego, era de terror, al menos hasta que se dignaron a transmutarla en lo que se convirtió Resident Evil 4, que era juegazo, pero que mandaron a tomar por saco toda la experiencia de survival horror. Ah, pero es que encima, los personajes de la saga, por ejemplo, Wesker o Claire Redfield, muy mal aprovechados.
Como conclusión, podemos decir, que es una película bastante pasable, que no hace gala a la experiencia “videojueguil”, una cinta de acción mal ejecutada por dos motivos principales: el primero de ellos es que todo se hace bastante previsible, y el segundo punto es la carencia de tensión en dichas escenas. PASABLE, PASABLE.