La saga principal de Star Wars está condenada por su propia naturaleza de blockbuster de records. Cuando partes de la base de que o recaudas 1500 millones o es un fracaso, lo último que importa es la calidad y cohesión del producto. Estas películas son transatlánticos carísimos, donde imagino que se debe servir a diferentes agendas donde cada una tira para un lado y donde da la impresión de que los guiones acaban siendo un conglomerado de necesidades de distintos agentes más que un producto homogéneo que puede ser fallido o no, pero donde al menos veas que hay un propósito artístico definido.
Al final es lo que tienes, engendros consensuados en salas de reuniones donde a la vez tienes que contentar a los fans de antes metiendo fanservice absurdo, a los de ahora, a os que quieren acción, a los que quieren misticismo, a los chinos, a todas las razas y culturas para que se vean representadas y vayan al cine a verla, a la moral de Disney etc etc. La saga de precuelas era mala, pero al menos vislumbrabas una dirección detrás, un propósito. Querían contarte algo, aunque lo hicieran mal. La nueva saga es un parque de atracciones absurdo donde nada tiene sentido.
Y en este contexto, me chirría la demonización de Rian Johnson. Que por cierto es un director mil veces más interesante que Abrams por sus películas previas ¿Alguien se cree que llega Disney y le da las llaves de semejante mastodonte para que haga lo que le salga de los huevos? El pobre Rian metería con calzador sus ideas entre todas las necesidades e imposiciones que le vinieran dadas desde arriba, es de cajón. Y al final la película es un truño como las otras porque son un engendro, un collage, trozos recortados y pegados como buenamente se puede. Rian Johnson es el cabeza de turco.
Fuera de la saga principal se pueden hacer otras cosas, como The Mandalorian, pero para la saga principal no hay esperanza por su propia naturaleza.