#80 no es meter dramones, ni pesimismo, es meter grados, frío y calor. Altibajos, ya sabes, no en la historia sino en las interpretaciones. Muy de bot, muy de cuando en una conversación de whatsapp aparece "JAJAJA" pero nadie está moviendo un músculo, una película sobre poner esa cara pero querer transmitir alegría, ¿me entiendes?
Porque drama hay, sólo que los personajes no reaccionan. Yo quiero que me manden al paro así de bien, por ejemplo, así de sin sentir ni padecer, como si regalasen el valium. Todos parecen estar metidos de alguna droga que les impide sentir frío ni calor: la pega no es que no muestre oscuridad (pa qué), no voy a repetirme porque sería decir lo mismo de antes, sino que parece una historia superficial - en el sentido de que se queda en superficie de casi todo. Es una carretera sin curvas a pesar de la acción, un paciente sedado, eso de arriba del whatsapp.
Entretenida: sí, lo demás... muy mejorable.
A mí me ha transmitido que la gente con pasta se puede mover por el mundo como si estuviera en su casa, no sé a ti. Es un film que rueda para las clases medias, medias-altas, que necesitan un zarandeo flojito en su barca. Para esos que se van lejos y se quejan de que el mundo pincha, mata y tiene piratas.
Estas fórmulas facilonas son las que, al final, dan por culo (incluso cuando crees que no te han dado).
Si te gustó Into the wild, por cierto, prueba con el libro que hizo John Krakahuer sobre la historia verdadera, si no lo has leído, es un seguimiento con testimonios y fragmentos de chaval, está bastante bien. De hecho, el año pasado los padres dieron vía libre para editar el verdadero diario con las fotos, que andará por ahí en inglés: Back to the wild.