Historia del cuenco
El cuenco es comúnmente un recipiente abierto utilizado por múltiples culturas para servir comida a la par de ser usado para beber o guardar otras cosas. Normalmente son pequeños y poco profundos, sin embargo algunos, como los cuencos de ponche o para ensaladas, son mayores y están destinados para poder servir a mucha gente.
Los cuencos existen desde hace miles de años y se han hallado en China, la Antigua Grecia, Creta e incluso en ciertas culturas amerindias. Los cuencos modernos pueden estar hechos de cerámica, metal, madera, plástico y de otros materiales. Su aspecto comprende desde diseños simples monocromáticos a sofisticadas obras de arte.
Al examinar cuencos hallados en yacimientos arqueológicos en Norteamérica, los expertos clasifican el cuenco por sus dimensiones citando que el diámetro del cuenco rara vez cae por debajo de la mitad de su altura y que esos cuencos históricos pueden ser clasificados por su borde y su forma.
En la Grecia clásica se usaban cuencos pequeños como las páteras, los kílices o los fiales, siendo éstos últimos usados comúnmente para practicar libaciones. Algunos ejemplos de cuencos Mediterráneos que datan de la Edad del Bronce manifiestan elaboradas decoraciones y sofisticación en su diseño. En cerámica china existen multitud de cuencos elaboradamente pintados que datan del Neolítico llegando incluso a encontrarse cuencos de hace mas de 18,000 años de antigüedad.
En ciertas culturas los cuencos son usados en la práctica de ciertos rituales de carácter esotérico.
Materiales
Ahora hablemos de materiales. Existen multitud de materiales usados en la fabricación de cuencos, cada uno con sus propias ventajas e inconvenientes, por lo que procederemos a un análisis más detallado según el tipo de material.
Vidrio
Ventajas: el vidrio es un material no reactivo, ésto quiere decir que no afecta químicamente al sabor, color o textura del alimento. Además de poder usarse en el microondas ciertos tipos de cuencos hechos de vidrio templado también pueden ser introducidos en el horno y el congelador añadiendo la ventaja de que en caso de rotura se romperían en pequeños fragmentos en lugar de en trozos más grandes y afilados.
Inconvenientes: su fragilidad a las caídas, la sensibilidad a cambios bruscos de temperatura e incluso la dificultad que presenta a la hora de batir huevos debido a que los bordes pueden quedar resbaladizos son algunos de los inconvenientes que presenta el cuenco de vidrio.
Consejos de compra: es mejor buscar recipientes de vidrio que tienen características como marcas de medición o con canalón lo que facilita el vertido de líquidos.
Metal
Ventajas: fáciles de encontrar en cualquier tienda, durables, ligeros, económicos y versátiles, los cuencos de metal son una excelente elección para nuestra cocina.
Inconvenientes: el metal si es delgado puede quemar cuando contiene un líquido caliente. También hay que tener cuidado al usar un batidor de mano, como al batir claras de huevo ya que al batir repetidamente se puede raspar demasiado fuerte contra la parte inferior o lateral del recipiente corriendo el riesgo de que la mezcla se vuelva gris o adquiera un sabor metálico.
Consejos de compra: buscar acero inoxidable en lugar de aluminio el cual puede reaccionar negativamente con alimentos particularmente ácidos como tomates o cítricos.
Cerámica
Ventajas: los cuencos de cerámica pueden tener un aspecto muy decorativo viniendo en una amplia gama de colores, e incluso con patrones en los lados o rayas y otros diseños pintados sobre la superficie, haciéndolos lo suficientemente atractivos como para funcionar como elemento decorativo. Son lo suficientemente pesados como para minimizar el movimiento en la encimera mientras se remueve, e incluso pueden usarse en el microondas o en el horno.
Inconvenientes: la cerámica es propensa a astillarse, agrietarse y romperse.
Consejos de compra: lo más importante es comprar cerámica resistente, si además la estética es importante para nosotros podemos elegir un diseño elegante a la par que funcional.
Cobre
Ventajas: bonitos y clásicos los cuencos de cobre son el mejor cuenco para batir las claras de huevo ya que pequeñas cantidades de iones de cobre al reaccionar con el huevo ayudan a estabilizar la mezcla, o eso cuentan las leyendas...
Inconvenientes: su precio, siendo posiblemente el material más caro que podamos encontrar a la hora de comprar un cuenco.
Consejos de compra: si solemos batir una gran cantidad de claras de huevo a mano es recomendable invertir en un cuenco de cobre del tamaño adecuado para ese propósito y comprar el resto de nuestros cuencos en otro material.
Plástico
Ventajas: barato, ligero y virtualmente irrompible, por lo que son especialmente útiles para ensaladas y otros platos para comer fuera de casa.
Inconvenientes: se pueden derretir si entran en contacto con superficies calientes. Además algunos plásticos se pueden manchar permanentemente o absorber olores fuertes como el del ajo.
Consejos de compra: a menudo se pueden encontrar conjuntos de cuencos que vienen con tapas para guardar o transportar alimentos.
Madera y materiales naturales
Ventajas: los cuencos de madera, bambú o corcho tienen un aspecto cálido y natural. Además no hay nada mejor para hacer una ensalada que un cuenco de madera ya que ésta se va impregnando con el tiempo y le dará cierto sabor a las ensaladas posteriores.
Inconvenientes: la madera y otros materiales pueden no proporcionar una superficie lisa y no porosa por lo cual no es recomendable para mezclar masas o para rebozados.
Consejos de compra: elegiremos uno poco profundo, de 4 o 5 litros de capacidad, el cual será del tamaño ideal para preparar y servir una ensalada.
Silicona
Ventajas: uno de los materiales más populares de la cocina moderna. Es resistente a la temperatura, antiadherente, fácil de limpiar, plegable y prácticamente irrompible. Se pueden usar en el microondas y el lavavajillas. Además son flexibles, por lo que pueden doblar ligeramente para crear un pico vertedor.
Inconvenientes: no a todo el mundo le gusta la textura de la silicona además de que puede retener algunos olores como el de los alimentos picantes.
Consejos de compra: especialmente recomendados son los cuencos pequeños, del tamaño justo para coger pequeñas cantidades de ingredientes mientras estamos cocinando, como sal, especias o hierbas picadas.
Hail to the king, baby
No hay cocina completa sin un conjunto de cuencos. Ya sea para revolver ingredientes, marinar alimentos, almacenar sobras, medir cantidades o incluso servir una ensalada nos encontraremos usando cuencos una y otra vez.
Con una amplia gama de tamaños, materiales y precios, ¿cómo elegir cuáles son los que nos convienen? Si el presupuesto y el espacio lo permiten lo mejor es tener una amplia gama de tamaños y tipos de cuencos. Los más pequeños tienen una capacidad de una taza o menos, perfecta para batir un solo huevo o contener una parte de los ingredientes necesarios, listos para ser mezclados cuando los necesitemos. También encontraremos cuencos tan grandes con capacidad para 6 o 7 litros, que podrían no ser necesarios en el día a día, pero son sin duda muy útiles para remover grandes cantidades de masa como cuando preparamos galletas. Un surtido de 5 cuencos que abarcan una gama de tamaños desde 2 tazas a otros de 4 o 5 litros de capacidad deberá ser suficiente para la mayoría de los hogares.
Como vemos, el cuenco ha estado presente desde los albores de la humanidad, un compañero fiel el cual nos ha acompañado hasta el día de hoy y sin el cual nuestras cocinas serían un lugar más solitario y triste. Es por ello es por lo que he decidido dedicarle éste pequeño homenaje y a la vez intentar ayudar a todos aquellos que estuviesen perdidos a la hora de elegir cual es el cuenco más adecuado a sus necesidades.
Si queréis más información sobre cuencos podéis pasaros por el grupo dedicado especialmente a este Rey de la Cocina http://www.mediavida.com/g/Cuenco