ESTA es una historia de espías. La trama comienza cuando, en un partido cualquiera de futbito, una persona enfundada por lo general en un chándal aborda a un espectador de forma sigilosa. "¿Quién es el padre del número 3?", balbucea de manera casi inaudible. Al poco, otro personaje, con el chándal de otro club, repite la pregunta a otro de los presentes: "¿Quién es el padre del número 3?" Al padre del número 3, de repente, le crecen los problemas. Los del chándal se presentan, manifiestan su interés por el crío, mencionan un equipo de Primera División y rematan con una insinuación que multiplica la intriga: "Si te llaman de... (el otro club), me avisas, por favor".
Esa labor de espionaje y de contraespionaje tiene como escenario, todos los fines de semana, las canchas que acogen partidos de fútbol de las categorías inferiores. Y ese mirar de reojo, las sospechas sobre quién es el antagonista, han provocado antaño incluso algún conflicto en el que han salido coches dañados por un punzón anónimo o a punto se ha estado de llegar a las manos por un "deja a mis jugadores en paz...".
A Martín Monreal, antiguo número 11 de Osasuna (0011 para ser fieles al guión), lo embarcaron los dirigentes del club en el contraespionaje después de una intensa carrera como entrenador. Su misión -una de las muchas que realiza cada fin de semana- era delicada; en un momento en el que el Athletic estaba asentado en varias poblaciones de la Ribera (Monteagudo, Cascante, Falces...), tenía que detectar a los pequeños talentos y ganarlos (recuperarlos en algún caso) para la causa rojilla (a ellos y a sus padres, claro). Hay que poner por delante que la entidad navarra iba rezagada en esta guerra fría del balompié; las gentes del Athletic llevaban tiempo moviéndose con mucha agilidad y, con escasos recursos humanos, tenían credibilidad en su trabajo y un archivo de futbolistas extensísimo. Pero había que empatar y Osasuna se puso manos a la obra.
Desde entonces, hace ya unos tres años, Martín acude los fines de semana a campos de la Ribera, Tierra Estella y a zonas aledañas de La Rioja. Aunque la misión no ha cambiado, los métodos sí. Nadie va de incógnito, nadie se oculta. La de Martín tampoco es una acción agresiva; al contrario, hay partidos en los que el exdelantero rojillo y el hombre de confianza del Athletic en la zona, Juan Carlos Segura, comparten grada y comentarios. A estas alturas de película, tampoco hay engaños posibles: saben que su objetivo es el mismo chaval. Solo falta por dilucidar quién habla primero con los padres. Así que Osasuna y Athletic exponen sus propuestas y quedan a expensas de la reflexión familiar para contraofertar, mejorar o cerrar el acuerdo. Sin malos rollos.
LAS PESQUISAS
Medio centenar de agentes
"Quizá a esa zona no le habíamos prestado toda la atención que requería. Ahora trabajamos con más profundidad, tenemos un mayor control. Osasuna se ha hecho muy presente y eso lo nota la gente y puede verse en la ilusión de los críos, que rezuman osasunismo", expone Martín, quien dice que él solo es una parte del cerca de medio centenar de observadores que despliega el club los fines de semana y que en este ámbito de influencia que nos ocupa coordina Luis Virto.
"Nosotros sabemos que el Athletic está trabajando ahí desde hace tiempo y estamos habituados a jugar con ese hándicap. Pero la relación es correcta. Veo muchos partidos en Cascante y nunca he oído ningún reproche. En realidad, todos sabemos qué jugadores son los interesantes; es difícil sorprendernos unos a otros. De todas formas, yo puedo decir que ahora mismo los mejores futbolistas navarros están en Tajonar", presume el exinternacional.
Pero las pesquisas van más allá de ese antiguo pulso entre Osasuna y Athletic. Real Madrid, Barcelona, Villarreal y Real Sociedad son parte de la trama de clubes que también envían a sus agentes. Y que usan sus dotes de persuasión. "La decisión final depende más de la actitud de los padres que de las ofertas. Yo puedo decir que pocos clubes tendrán el control tan exhaustivo que realiza Osasuna de los chavales a nivel deportivo, control de entrenamientos, de rendimiento en los estudios y de las notas. Esos son aspectos que tienen muy en cuenta las familias. Pero a nivel económico ya no podemos competir. Confieso, a pesar de todo, que me duele que se vaya un jugador nuestro a otro equipo, y me da igual que sea el Barcelona que el Athletic".
El factor sorpresa, a este nivel de información, está casi descartado. "Parece increíble, pero los niños de 7 y 8 años están todos vistos. Realmente, no hay uno solo que destaque y no hayamos observado antes". En este escenario, el documento más codiciado es el programa de ordenador en donde Osasuna almacena todos los datos de los jóvenes futbolistas que sigue en Navarra. Martín cuenta la anécdota de que en un reciente Torneo interescolar de Navidad le llamó la atención un chaval, preguntó por él a un técnico de la casa y este le dio, de memoria, nombre, dos apellidos, club de origen, puesto en el campo, pierna con la que se maneja...; en fin, una radiografía al detalle.
A raíz de ese seguimiento en la zona de la Ribera, con torneos de fútbol 7, la escuela de San Adrián, los clínic de Vicuña, Roberto Santamaría o Sanzol con los porteros, los programas de entrenamiento preparados por Manolo los Arcos, etcétera, Martín considera que Osasuna ha revertido la situación. El club también ha captado a algún jugador del Aluvión ("hablando con ellos a final de temporada", matiza Martín, nada amigo de tocar chavales sin permiso de sus clubes durante la temporada para llevarlos a torneos con otros equipos, algo que está penalizado); en el Promesas ya ha debutado Fernando Rubio, de San Adrián; y en los equipos inferiores hay chicos de Tierra Estella, Peralta, Milagro...
Martín insiste en que tan importante como captar talentos es que "Osasuna se ha hecho visible en esa zona, que los padres y los niños están motivados, que comprueban que el club les sigue, les presta atención...". En este escenario, el exfutbolista destaca la importancia de que, poco a poco, jugadores del Promesas debutan con el primer equipo: "A la hora de decidirse por Osasuna, es muy importante el comprobar que los chavales de la cantera, los que juegan en el segundo equipo, tienen la oportunidad de ser futbolistas de Primera".
http://www.noticiasdenavarra.com/2012/03/09/osasuna/0011-el-contraespionaje
Un artículo que explica bastante bien lo que es la mas que trillada historia de reclutamiento de jugadores, esta vez en base navarra, bastante interesante y hasta sorprendente a veces.
En realidad no dice nada que no se sepa pero cuanto menos es curiosa.
