Boca vuelve a ser el gran dominador del fútbol argentino. Pese a sufrir y perder ante Tigre por 0-1 ganó el Triangular Final, que también involucraba a San Lorenzo, y obtuvo este torneo Apertura que se extendió hasta un día antes de la Nochebuena. El Cilindro Avellaneda se tiñó de azul y oro, en una fiesta de las muchas que gozaron los xeneizes a lo largo de esta década. Concretamente, se trata del título N° 16 desde 2000 hasta hoy, entre certámenes locales, Copa Libertadores, Recopa, Copa Sudamericana y Copas Europeo-Sudamericana. La vuelta olímpica, la 23° de su palmarés en el fútbol vernáculo, se disfrutó más todavía por la desgracia de su archienemigo, River, que concluyó último en su peor campaña de su historia. Sensación más placentera para los xeneizes, imposible.
A Boca le alcanzaba con una derrota por 0-1 para coronarse, por eso es que empezó jugando con bastante soltura aún sin Juan Román Riquelme, que cumplió una suspensión por acumulación de tarjetas. El primer tiempo tuvo un desarrollo de ida y vuelta y escasas situaciones de gol. Pero a los 22 minutos de la segunda etapa llegó el mayor susto, ya que Leandro Lázaro anotó de cabeza para Tigre después de un accesible centro bombeado de Matías Giménez. Fue un grosero error del arquero García, que fue reemplazado inmediatamente por el debutante Josué Ayala. Los minutos restantes hasta el pitido final se jugaron a puro nervio, pero por fin se produjo el estallido.
Lo de Boca ha sido más meritorio que en muchas otras ocasiones, debido a los problemas que atravesó en el último semestre. Vale un rápido repaso: el goleador Martín Palermo sufrió la rotura de ligamentos de la rodilla derecha, ante Lanús, y quedó fuera tras la 3era fecha, mientras que Rodrigo Palacio lidió con una traicionera pubialgia que le restó mucha participación. Sin sus dos ases en el ataque, en el transcurso del torneo también sufrió la baja del zaguero Gabriel Paletta, que se rompió la rodilla. Más: el portero Mauricio Caranta fue excluido por un confuso episodio con el DT Carlos Ischia, y un duro cruce de palabras enfrentó al paraguayo Cáceres y a Riquelme. Este desastre dentro del plantel aceleró el recambio y les dio lugar a los chicos de la cantera: Noir, Roncaglia, Forlín, Gaitán, Chávez, Fondacaro, García y Viatri, el delantero que durante este año pasó un mes y medio en la cárcel, acusado de un robo en una peluquería.
Si algo le faltaba a Boca, en pleno campeonato falleció el presidente del club, Pedro Pompilio, víctima de un paro cardíaco. Pero el equipo se repuso uno a uno de los golpes y salió adelante: de la mano de Román y de Sebastián Battaglia, la otra gran figura del Apertura, Boca fue acortando distancias con San Lorenzo y hasta llegó a quedar como único puntero, pero su marcha disminuyó en la anteúltima fecha (un tibio empate 0-0 con Gimnasia LP) y terminó accediendo al triangular final, en donde impuso su mayor carácter en encuentros.
Texto: Marca
Vídeo del gol del Tigre:
Vídeo de la celebración: