Messi no es un jugador de fútbol, messi es uno de los genios del siglo XXI. Casi tachable de personaje histórico, como Napoleón, Colón, Jesús o Gandhi. Messi ha nacido con una misión, la de redescubrir un deporte que alegra la vida a millones de personas en todo el mundo cada día. Messi es el elegido.
Hay muchos jugadores con un talento descomunal, jugadores que, de jugar al lado de Messi, no emborronarían las obras de arte que realiza cada pocos días. Iniesta, Xavi, Ronaldinho, Romario, Baggio, Zidane.
Pero quién en su sano juicio compararía a Cristiano, un rematador formidable y de los mejores lanzadores de penalties de la historia. Uno de los jugadore con un récord más alto de goles irrelevantes y contra equipos de poco nivel. Cristiano, ordenando a los jugadores en activo con más talento natural, no aparecería en una lista citando a los 30 mejores.
E, hijos míos, que un jugador así, sea la bandera del madridismo, no hace sino reflejar la carencia de valores en este equipo, de un líder. Cuando el último jugador que sentía los colores en el Real Madrid en los últimos 10 años es Casillas, es suplente, algo falla.
Pero es momento de fiesta, de celebración. Estáis todos invitados a la resurrección de Dios: Leo Messi.