Se habla mucho de lo malo que es justificar la violencia, y sé que lo de ajusticiar en la plaza del pueblo suena muy a Siglo XIV, pero pienso que si en los procesos judiciales relativos a crímenes contra el honor de las personas, la condena al agresor consistiese en recibir un buen guantazo en público por parte del agraviado; sin ensañamiento y sin daño físico más allá de sentirse expuesto, vulnerable y humillado; los juzgados quedarían vacíos.
Si de verdad todo lo que se comenta ha pasado, creo que después de terminar el proceso judicial, ambos habrán aprendido una lección de vida sobre las consecuencias que tienen nuestros actos. A Baena no le compensará una sentencia a favor ni el dinero que reciba el hecho de haber pasado miedo y humillación cuando fue agredido (el dolor del pómulo creo que es lo que menos le importa en todo este asunto) y el desprestigio de que todo el mundo piense que eres una mala persona. A Valverde no le compensará la sensación de justicia con el haber sido sancionado y las consecuencias futuras a nivel deportivo, de imagen, de reputación o de patrocinios. En definitiva, probablemente ambos hubieran ganado si no hubiesen hecho lo que han hecho.
También entiendo que haya gente que crea en el "nada justifica la violencia" y en el "la violencia sólo trae más violencia", pero no todos los humanos tienen la misma educación, compostura, moralidad y espiritualidad, y requieren de aprender por otras vías.
Repito, aceptando la hipótesis de que la versión del entorno de Valverde es la veraz. De no ser así, nada de lo dicho tiene sentido.