Lo único claro del día de hoy es que el Madrí ha ganado 1-2 gracias a una falta inventada por el árbitro (era falta, pero a Martins). Un penalti inventado que lo falla ese gran centrocampista que dio a España la confederaciones, agresiones por parte de Pepe, insultos, burlas, bailes extraños en lugares insospechados y demás parafernalias que acompañan a este equipo allá donde va.
Todo esto para ganarle injustamente a un equipo de bajo presupuesto pero liderado extraordinariamente por un grandísimo entrenador como es JIM (por algo entrenó al Alcoyano).
Villar debería prohibir semejantes actitudes como las mostradas por algunos jugadores del Madrí. Esto no hace sino influenciar a los adolescentes de una mala manera. Actitudes como la de Callejón, Pepe, Ramos, Dive María o Cristiano Ronaldo solamente hacen que los niños quieran ser canis.
Hoy el fútbol ha perdido.