El carbono flexa como los metales y se comprime (algo que no hacen los metales) en las zonas donde las fibras están "peinadas" para hacer eso. Y aguanta torsiones mucho mayores que el aluminio más sofisticado e incluso el acero. El problema viene cuando ha de soportar un golpe o torsión tremenda hacia un lado para el que no está dispuesto a soportar, como por ejemplo una moto aplastando a bastante velocidad (y seguramente frenando) lateralmente el cuadro contra el asfalto.
Digamos que las deformaciones entre ejes (a lo largo de la bici) las soporta mucho mejor que las flexiones laterales, mucho más débiles y puntuales. En carretera es mucho más raro soportar estos impactos, así que son cuadros más "rompibles". Pero sí, una buena caída lateral contra una piedra te puede romper fácilmente cualquier cuadro, sea de lo que sea que esté hecho.
Este mismo caída de contador, en una bici de acero la deja doblada y a lo mejor la puedes volver a enderezar aplicando calor y prensa hidráulica, o si se rompe la sueldas otra vez. En una de aluminio queda deformada (si no rota también) y el cuadro ya no sirve. Por cierto, ese cuadro se puede reparar y queda igual que antes, pero cuesta un pastón y dudo que un profesional lo vuelva a emplear xDD