La cosa es que Rosell desde que entró está llevando la mayoría de negociaciones por su cuenta, y en el caso de Ibra se lo quiere quitar de encima como sea y traer a Robinho.
Guardiola le ha dicho que ni hablar, que cuenta con el sueco (nada nuevo, ya lo dijo y la anterior junta también dijo que contaba con él, así como su representante).
Rosell está buscando compradores y ofreciendo a Ibra a todos los clubes "poderosos" económicamente. Guardiola ya está bastante distante desde la venta de Chygry, a la cual se opuso con todas sus fuerzas pero no tuvo más remedio que aceptar, ya que el presidente manda.
Hay mucha tensión y tiranteces, y Guardiola ha renovado porque dio su palabra, pero si la situación Ibra no termina como quiere Guardiola, la relación con Rosell puede darse casi por finiquitada.