En 2011 ya existió un conato de acercamiento entre Lin y el Atlético, pero no llegó a concretarse. Sin embargo, dos años después parece estar a punto de hacerse efectivo. Aun se desconoce el porcentaje, pero ya se da por hecha su entrada en el accionariado del club colchonero, que necesita inversores para hacer frente a los pagos de los jugadores y Hacienda.
Lim se inició en la bolsa de Indonesia, y actualmente posee una cadena de clínicas, marcas de ropa y el 5% del aceite Wilmar, para una fortuna estimada en 1.600 millones de dólares. Su desembarco en el mundo del deporte comenzó con la firma de acuerdos comerciales para explotar la imagen del Manchester United en Asia, proceso que repitió con el Liverpool antes de entrar a la escudería McLaren.
Sin embargo, el Atlético es su proyecto más ambicioso, dado que va más allá de lo puramente económico. Junto a él llegarían dos hombres de confianza: Peter Kenyon, socio de Jorge Mendes, para el apartado financiero; y Andrea Berta, antiguo secretario técnico del Parma, en la parcela deportiva. Eso sí, siempre bajo la gestión de Gil Marín, condición 'sine qua non' de los dirigentes atléticos.
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