Sergio.
Me gustaría ayudarte un poco y creo que ésta es una buena forma de hacerlo. Por lo general un jugador NBA está demasiado entregado a su equipo y sus cosas como para disponer de tiempo suficiente con el que conocer un poco las profundidades del resto de equipos de la liga.
Me voy a permitir enviarte unos consejos. Tómalos como tal. Sin mayor precio. No es más que una visión particular que en pocas semanas tendrá mucho menos valor del que tú vas a empezar a descubrir por ti mismo. Pero me siento algo obligado a hacerlo. Aunque sólo sea por hacerte una idea, un pequeño mapa de situación. Como un habitual proceder de tus nuevos compañeros.
Así que allá vamos:
Lo primero que debes tener en cuenta es que el jugador más importante en este equipo, el de mayor peso general en pista, es David Lee. Pero no te obsesiones con él. Porque no es necesario.
El 70 por ciento de su juego no proviene de las manos de nadie. Es baloncesto rebañado, donde él se encuentra muy cómodo como fajador.
No le busques demasiado en el poste bajo porque no le gusta postear. Si recibe en el alto gusta en cambio de exhibir su mayor mejora en los últimos tiempos: el tiro de media distancia. No escatimes esta posibilidad en cuanto suba y quede libre de un bloqueo.
Para ti lo mejor que te puede ofrecer Lee son esos cortes directos al hierro que siempre toma por dentro sin encontrar oposición. Si le ves a medio camino y tienes pase, hazlo. Se encuentra muy cómodo si recibe en carrera vía hierro. Y procura evitarle cuando no consiga descifrar la defensa y se encuentre demasiado lejos del aro. Sobre todo en finales de posesión. Le suele pasar a menudo.
Por ese gusto suyo de la vía vertical, muy por dentro, Lee tiene que ser una de tus preferencias al pick’n roll. En cuanto logres que su hombre y el tuyo estén contigo y tanto él como tú estéis camino del aro, tienes que encontrar la forma posible de hacerle llegar el balón. Para ti, no habrá mejor recurso con él. Lo interpreta además muy bien.
Y sobre sus agujeros en defensa, ya lamento adelantártelo, nada podrás hacer. Te quedarán demasiado lejos porque se producen en el más profundo interior. Más allá también te adelanto que no tener a Jeffries a mano te va a obligar a moverte mucho más en la defensa exterior. Vas a sudar aquí, mucho me temo, más que en Portland y Sacramento. Por esto, cuando D’Antoni zonee no te metas muy adentro si tu hombre decide penetrar. Porque esto le pasaba al pequeño Nate con resultados desastrosos. Desordenaba toda la defensa y al echarse encima de sus propios compañeros forzaba faltas a los suyos. Y si había recuperación, no había hombre adelantado y tocaba a Chandler pegarse el carrerón. Esto es lo que D’Antoni también pretendía con su 2-3.
Si a mí me dejaras elegir no tiene que haber mejor amigo para ti en pista que Wilson Chandler. Cuánto se ha perdido esta inteligente bestia por no contar con quien acierte de una vez por todas en el surtido de balones.
Todo lo que te gustaría imaginar de un alero a quien enviar el balón lo tiene Chandler de sobra. En estático y transición. Abusa, pues, de él como de ningún otro. Hasta hacer de él tu mejor martillo.
Lo verás enseguida. Chandler cuenta con uno de los cortes más abiertos de toda la liga. No le vas a ver detenido y esto es bueno para ti. En cada uno de los ataques a media pista Chandler parte de una de las alas y abre el corte hasta acariciar la línea de fondo. Está pidiendo a gritos eso que tan bien te salía con Rudy y que se expresa a través del alley oop, una de tus principales fortalezas. Te va a querer mucho si lo descifras así.
Si le ves demasiado fuera y estáis todos detenidos no es la mejor opción. En los peores momentos Duhon se deshacía así de toda responsabilidad obligando a Wilson a penetraciones un tanto forzadas de la mayoría de las cuales venían sus faltas en ataque.
En todo lo demás, insisto, Wilson es tu hombre, tu mano ejecutora.
Sergio, a D’Antoni le gusta el orden mucho más de lo que parece. Pero orden para él es también decisión. La que tenía él como jugador y la que le puso en órbita como técnico gracias a Steve Nash. Por esto nada le ponía más de los nervios que ver a Duhon oscilar de un lado a otro de la frontal sin ver, proponer o resolver una sola ventaja. Los peores momentos del equipo veían una formación de give-and-go sin pase alguno. O sea, un absurdo que ninguno de los tiempos muertos lograba solventar.
Por eso decide. Y es mil veces mejor que penetres en los diez primeros segundos de posesión a que agotes ésta esperando que los demás lo resuelvan. Porque entonces de no mucho valdrás. Y D'Antoni quiere mando ahí adentro.
Otra de tus principales armas en juego, una de las más cómodas además, tiene que ser Danilo Gallinari. Tardarás poco en comprobar lo señorito que es en juego. Nada le gusta más que se la entreguen a tiro abierto, y muy especialmente al triple. Estate atento cuando quede relativamente libre allí, a razón de veinte veces por noche. Le basta un metro de distancia con su defensor para armar el tiro. Y nada adora más que poder tirar libre de marca.
Cada vez que Duhon cortaba, últimamente ya ni lo hacía, el italiano nunca acompañaba el corte. Esperaba un simple drive’n-kick que por desgracia no se producía. Por eso, y porque D’Antoni le sigue forzando al interior, Danilo se ha mostrado algo más penetrador en los últimos partidos. En rigor, desde el mate a Indiana. Pero todo ello sin mucho éxito. O al menos no con el que tiene como tirador puro. Aprovéchale sabiendo que cada uno de tus envíos allá pondrá fin a la posesión.
No te valgas de Harrington demasiado pronto. Corres el riesgo de no volver a ver el balón. Con Harrington tienes una alternativa extraña cuando cunda el desorden y tengas vía abierta para hacerle llegar un pase. Piensa que es como si lo hicieras con Roy pero con un desenlace mucho más impredecible. No escatimes darle el balón si le ves abierto al triple. No dudará en lanzar. Y no lo hace mal. Pero desconfía cuando se te acerque muy pronto con hambre de bola. Porque nada de lo que ocurra entonces vendrá de tu mando.
Tu llegada, esto tienes que saberlo, hace de soga a Chris Duhon. Es un buen tipo y lo verás en sus ojos, un tanto tristes en las últimas semanas. Tu nuevo compañero en la dirección está mal. Muy mal. Sé que en el fondo un poco de tiempo contigo le va a favorecer hasta agradecer tu presencia y cogerte cariño.
Su principal problema, absolutamente mental como en CDR, ha consistido en que en estos momentos de abismo personal no ha contado con una alternativa de apoyo. Alguien que le librara un poco de tan grande responsabilidad. Era imposible que Nate lo hiciera. Por eso contigo, y aun a riesgo de que pierda su condición de titular, debe hallar el camino para reencontrarse a sí mismo.
Es un poco mezquino esto que te voy a decir. Pero su personal situación, la más crítica que haya conocido nunca, te sitúa en un panorama muy privilegiado que tienes que saber aprovechar.
No quiero extenderme más porque a Bender, Douglas, tus nuevos compañeros vía Boston (válete mucho de House) y sobre Tracy McGrady, tendrás tiempo de conocerles como tal vez nunca hayas conocido situación en equipo alguno.
Por eso exprésate. Olvida tantas represiones vividas. O tómalas como lo mucho y serio aprendido.
Si alguna vez vieras que necesitas decir algo y te resulta complicado hacerlo, Dan D'Antoni es una buena opción. Te pondrá la cabeza como un bombo a pocos minutos de empezar los partidos. Pero es por esto un tipo muy cercano. Utilízale como intermediario si así lo necesitaras.
Sergio. ¿Recuerdas lo de la tecla? Pues ésta es la tuya y el Madison entero tu teclado. Cuántas ganas tiene este público de volver a sentir el calor de un base en el que confiar. Si hasta lo hicieron con Childs, cómo no hacerlo contigo. Te resultará un público sencillo. Lo notarás desde tu misma presentación este sábado.
De todo lo demás, que hay mucho por contar, tendremos ocasión, con qué felicidad lo digo, cada nueva noche por aquí.
Suerte, Chacho.
