El último premio Nobel de Economía, Alvin E. Roth, ha bendecido la fórmula, casi matemática, para reubicar a los socios del Athletic en el nuevo estadio de San Mamés. Obsesionados con la transparencia, tal y como reconoció el presidente del club, Josu Urrutia, el Athletic se ha basado en la más estricta equivalencia entre la vieja Catedral y el nuevo, y muy diferente, recinto que le sucederá a partir de la próxima temporada.
Será imposible que los socios del club estén en el mismo sitio que están ahora, pero sí se sentarán más cómodamente, puesto que los asientos tienen 4,5 centímetros más de anchura que los actuales, en el lugar más próximo al actual, el más equivalente posible, si es que así lo desean, gracias a la aplicación de una fórmula matemática que lo hace posible.
Sin embargo, tienen la posibilidad de cambiar la ubicación que les ha otorgado el club mediante ese estricto proceso de reubicación, bien porque quieren ocupar otro sitio diferente o porque quieren estar junto a familiares y/o amigos reagrupándose con ellos.
Es evidente que el cambio traerá más ventajas que otra cosa, pero también habrá algún problema. Por ejemplo, el nuevo San Mamés sólo tendrá tribunas. Las cuatro, que llevarán idénticos nombres a las actuales (Principal, Este, Norte y Sur), se dividirán en alta y baja, pero las preferencias desaparecen como tales.
Múltiples combinaciones
El socio del Athletic, por el contrario, tendrá mucha mejor visión, sin ningún obstáculo en todo el campo, mejores accesos y, sobre todo, todas sus localidades serán cubiertas, lo que ahora no ocurre, ya que los que se sientan en las preferencias se mojan.
El club solicitó ayer paciencia y comprensión a sus asociados, que, además, tendrán que soportar las molestias derivadas, como ejemplificó Javier Aldazabal, secretario de la Junta, "de lo que algo así como el tener obras en casa" durante un año, ya que la próxima temporada se jugará con el campo aún en construcción y eso provocará problemas.