Oh, el agradable artículo de Miguel Queipipero de Llano. Por poner en situación a este tío, el verano pasado si por él fuese ponía a Benzema con un lacito al primer equipo que ofreciese 40 millones, fue el tío que se pasó una semana asegurando que en la tienda oficial del Bernabeu ya tenían cajas de camisetas preparadas con el nombre del Kun Aguero y el número 10 a la espalda. Amigo personal de Eugenio Marínez Bravo, presidente de Plataforma Blanca.
Un tío que en la final que ganó el Inter se coló en el Mirasierra gastándose un pastón increíble para conseguir 3 fotos desenfocadas con el móvil desde más de 15 metros, para que al final la historia sólo se la comprara Punto Pelota. Y lo de comprar es un eufemismo. Y estas son sólo las que se me vienen a la cabeza.
Gastar toda esta bilis para intentar poner al mismo nivel comentarios @inet (la mayoría de coña, como pasa aquí, en Twitter y en el bar) con los lamentables pitidos y runrunes que se escuchan en el Bernabeu cuando el equipo no va ganando por 4 goles de diferencia en el minuto 20 es uno de los mayores ejercicios de demagogia que recuerdo leer en alguien.
Lo mejor de todo es lo del esfuerzo por ir al partido. Este tío se creerá que los madridistas periféricos lo tienen tan fácil, conocen y se mueven por ese mundillo para conseguir entradas gratis o a bajo precio. Se creerá que todo el mundo tiene tiempo libre para poder ir a un partido a Madrid que acaba a las 12 de la noche de un domingo teniendo que trabajar un lunes a las 7 y media. Se creerá que un viaje de 600 km en el mismo día es barato.
Yo, que tengo la suerte de sí conocer un poco ese mundillo aún viviendo en Coruña, y que he tenido el privilegio de ir a bastantes partidos por temporada gratis (antes, cuando tenía una vida antes de empezar a estudiar) soy consciente de que prácticamente nadie es capaz de costearse ir a un partido cada dos meses viviendo tan lejos. Este tío, por lo que supongo, ha nacido y vivido toda su puta vida en Madrid.
Y lo compara con el esfuerzo que puede hacer alguien de Chamberí en salir de casa porque le apetece estar con la mantita en el sofá. No me jodas.
El problema de muchos de estos piperos es muy fácil de analizar. Les llevan tanto tiempo diciendo que son un público que saben tanto de fútbol, que son tan críticos y tan exigentes que se lo han creído tanto, y al final han caído en la pantomima ridícula de la exageración.
Y no se dan cuenta porque si cada vez que la pantomima sale a escena desde todos los sectores mediáticos se comenta, se analiza y desde luego no se critica, lo seguirán haciendo.
Es que estamos hablando de un estadio que silbó a tipos como a Zidane o a Ronaldo. Que cuando Ronaldo Nazario, el puto Ronaldo Nazario de Lima llevó el balón de Oro al estadio éste empezó a corear "Raúl, Raúl, Raúl" como si les fuese la vida en ello. Que son capaces de pitar a CR por llevar 3 o 4 partidos a un mal nivel pero han perdonado todos los desplantes de Guti con el club, por ejemplo. Pero es normal, cuando lo que se ha creado en los asientos del estadio gracias a la política de inscripción es una especie de linaje real de abonado donde la misma mentalidad perdurará por los genes de los genes, amén.
Lo dicho muchas veces: Cambio en la manera de la inscripción, renovación de algunos abonos en ciertas zonas con vistas a la futura ampliación, grupos de animación dispersados por el estadio, y entrada joven. No es fácil, pero se tiene que hacer.
#26 Hijos, nietos y sobrinos. Y no están cerradas (creo, esto lo digo de cabeza), solo que cada socio con cierto número de años de antiguedad tiene el derecho de reservarle un hueco preferente en la lista de espera. Es una ecuación tan exponencial que creo que la espera para alguien sin parentesco ya está por los 15 años.
edit: dios, que ladrillo. Lo que hace el insomnio.