El sainete que Pedro Villarroel protagonizó el pasado jueves ha tambaleado los cimientos del levantinismo. Su última salida de tono estuvo a punto de mandar al traste el plan de viabilidad que el Ayuntamiento está intentando poner en marcha para sanear una economía sometida al yugo del villarroelismo durante años. Esa ayuda del consistorio es el salvavidas al que se aferran los granotas para poder cobrar sus contratos y al verla peligrar, ayer, reaccionaron. Después de 30 minutos en el vestuario el plantel y los técnicos dieron una vuelta alrededor del campo y finalizaron la sesión. Las reivindicaciones de los futbolistas pueden ir más allá, ya que el grupo se plantea permanecer un minuto sentado una vez que el árbitro Velasco Carballo dé el pistoletazo de salida al encuentro de mañana en el Camp Nou.
Fuente: http://www.marca.com/edicion/marca/futbol/1a_division/levante/es/desarrollo/1093120.html
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