Reconocemos que el waterpolo es un deporte minoritario en España. No obstante no deja de ser otro deporte de equipo donde España también es una potencia dentro de un amplio abanico de equipos, en su mayoría europeos, con una gran igualdad entre ellos en sus dos versiones, masculina y femenina.
En estos Mundiales celebrados en Fukuoka (Japón) los dos equipos españoles llegaron a semifinales como ya se esperaba de ellos.
Las chicas ganaron su semifinal a Australia (12-10) pero luego empataron la Final con Paises Bajos (12-12) por lo que hubo que acudir a los penaltis que ganaron las holandesas. Asi pues España debió conformarse con la plata. Italia se colgó el bronce.
Por su parte los chicos perdieron la semifinal con Hungría (12-11) por un balón en el último segundo que entró llorando y que debió confirmarse con el VAR que efectivamente llegó a entrar en su totalidad.
Posteriormente ganaron con solvencia el bronce a Serbia (9-6), mientras que la Final también debió decidirse por penaltis entre Hungría y Grecia que dió el oro a los magiares.
Sabemos que hay mucha igualdad pero algo debería hacer el reglamento del waterpolo para evitar que demasiados partidos, finales incluidas, se decidan por penaltis que de alguna forma desvirtúan la pureza de este deporte.