Estoy de acuerdo en que por defecto no se debe rescatar con dinero público a entidades privadas. También es cierto que la desaparición del Joventut, que ha hecho una gran labor histórica por la ciudad y por los jóvenes, deprimiría aún más a esta ciudad, quedando solapada por Barcelona total e inexorablemente.
El Joventut en sus buenos años ha beneficiado muchísimo a la ciudad y la ha dado a conocer en todo el país. Cosa que no quita que lo que le presten tenga que devolverlo.
Lamentablemente, creo que llega tarde y como el equipo baje a LEB Oro no habrá quien salve este barco.