La Premier League comienza a notar la influencia norteamericana en sus órganos de decisión. La liga inglesa de fútbol estudia la posibilidad de llevar partidos de pretemporada, promovidos por la propia competición, a Estados Unidos el próximo verano para aprovechar el tirón del soccer en el mercado norteamericano y las relaciones comerciales de los hasta nueve propietarios estadounidenses de los clubes que conforman la competición. De confirmarse, sería “el primer paso hacia partidos de la liga en el extranjero”, avanza The Athletic.
No en vano, la Premier ha quedado “impresionada” con el éxito del reciente partido de la NFL disputado en Londres, entre los New York Giants y los Green Bay Packers, que además de llenar el estadio de Tottenham Hotspur registró una audiencia récord –para un partido en el extranjero– de 5,5 millones de espectadores por televisión o la OTT de la NFL.
La competición estudia la opción de crear un minitorneo con la participación de, al menos, un club del denominado Big Six (Manchester City, Manchester United, Liverpool FC, Arsenal FC, Chelsea FC y Tottenham Hotspur) para atraer al público norteamericano. Según el citado medio, 14 de los 20 clubes de la liga se habrían mostrado favorables al proyecto. Cabe recordar, nuevamente, que nueve de ellos tienen propietarios norteamericanos.
En esta propuesta también se intuye que habrá influido la cifra récord con la que se ha vendido los derechos audiovisuales de la Premier en Estados Unidos para el nuevo ciclo. La NBC continuará emitiendo la competición en el país, pero doblará la cifra a pagar: 450 millones de dólares anuales hasta 2028.
Actualmente, la Premier ya cuenta con un torneo de pretemporada en Asia, con un proyecto arrancado en 2019 y que ha llevado a jugar partidos a varios clubes de la competición en China, Tailandia, Hong Kong y Singapur.
La nueva gira norteamericana también podría tener incidencia en la Community Shield. El histórico torneo británico, que enfrenta al campeón de la Premier con el de la FA Cup, y que reparte sus ingresos en proyectos benéficos y de fomento del fútbol base, además de llegar a otros países, podría reconvertirse a partir de 2024 en un All Star de la liga, una idea que ya promovió recientemente Todd Boehly, el nuevo propietario estadounidense del Chelsea FC.