Reflexión del futbol actual

LoYuRiU

Esa es la sanción de la FIFA a Maradona por mandar a parte de la prensa de su país a chuparla y mamarla.

Hablemos de posibles sanciones. ¿Cuántos meses le deberían caer a Marca por la campaña de acoso y derribo a Pellegrini? ¿Y a los Manolos de Cuatro por la infecta entrevista de la semana pasada a Florentino Pérez? ¿Y a la Sexta por la adulación sin mesura del mismo Florentino? ¿Alguien recuerda cómo se trató a Clemente o Luís Aragonés mientras fueron selecionadores? ¿Alguien escucha el Carrusel o el Larguero?

Sancionar a Maradona es fácil, siempre ha hecho las cosas así, a las bravas, da igual si hay que dejar atrás a cinco ingleses, justificar un gol ilegal poniendo a Dios de por medio, ganar dos scudettos, una UEFA y un Mundial rodeado de jugadores mediocres, drogarse, renacer, volver a las andadas, engordar, enfermar, tatuarse, apoyar dictadores, rehabilitarse... Todavía sonrío cuando la prensa se echó las manos a la cabeza después de las palabras de Maradona, ¿qué esperaban? El papel de víctima por parte de los periodistas es, cuanto menos, patético, cuando algunos de ellos dan cera indiscriminadamente, un día encumbran y al siguiente denostan sin ningún tipo de argumento sólido, se dedican en muchos casos a difamar con detalles de la vida privada de los jugadores y entrenadores, reclaman sus despidos y destituciones y luego patalean cuando no les conceden una entrevista o no quieren hablar con ellos. Eso sí, todo esto únicamente sucede cuando se pierden partidos, cuando se ganan el escenario se convierte en alabanza desproporcionada y ridícula.

Pero hablemos también de fútbol, deporte callejero y de orígenes humildes, al que muchos deben una vida que de lo contrario hubiera acabado de mala manera, en el que la trampa y la picardía se aplauden si favorece los intereses propios, un deporte que se niega a solucionar males endémicos porque se perdería el romanticismo -algunos consideran un gol fantasma no concedido algo que debe mantenerse-. ¿Nos hemos parado a pensar quién habita este ecosistema? ¿Cuántos presidentes han tenido que comparecer ante la justicia? ¿Cuántos jugadores han acabado arruinados después de haber cobrado fortunas? ¿Cuántos periodistas han acabado al lado de los que criticaban? ¿En serio alguien espera grandes declaraciones de principios y opiniones razonadas?

Y hablemos también de la gente, seguidores, aficionados y socios de los clubes. Los mismos que aplauden a su equipo, jugadores y entrenador, según el marcador y no el juego, que un día van al aeropuerto a recibir a sus héroes y al siguiente les apedrean el autocar, que celebra el cuento de los suyos para perder tiempo pero se enerva cuando es el rival el que lo hace, los que justifican entradas duras porque ya se sabe, esto es un juego de hombres, que desean la muerte del rival con alegres cánticos, que compran periódicos, escuchan emisoras y ven canales únicamente para que leer, oír y ver lo que quieren leer, oír y ver. Somos nosotros, seguramente, los principales culpables, porque sin nosotros, meros consumidores, el negocio sería mucho menor.

Pero aún así, sería deseable que la prensa deportiva fuera más respetuosa, que existiera la tertulia sosegada en lugar del fanatismo y el exabrupto continuado, que hubiera cierta imparcialidad de los que hablan respecto a los intereses económicos de sus grupos mediáticos, entonces, y sólo entonces, a lo mejor podrían indignarse cuando alguien, después de una situación de máxima tensión, los manda a chuparla.

pd: Texto original de Mighty Magyar.

urrako

A mi no me parece bien la sanción a Maradona, quiero decir, me pareció una salida de tono, pero también la prensa es muy tocacojones.

Aún así yo no creo que se deba respetar a fuerza de sanción, y desde luego lo interesante sería que dentro de los piques y el fervor se respetara la labor de la gente. En este país además hay dos grandes problemas. Uno es el conglomerado de empresas llamado PRISA que supone un problema enorme en el momento en el que no les caes bien.

Sólo hay que ver la campaña de acoso y derribo a Clemente (merecida o no es otro tema) desde la Ser y el País. Ahora con Cuatro y el retrasado de Lama dando también el cante pues suerte si le caes mal a la gente de Polanco.

El otro problema (más bien 2) es Marca y MD (por poner dos diarios deportivos que suelen dar pena). Marca porque llega a ser ridícula la obsesión con el Madrid y la pérdida de una brújula moral. Y MD porque no sé, a parte de la rivalidad Barça - Madrid, si tienen algún problema siendo catalanes contra Madrid que a veces parece que les importa más meter el dedo en el ojo al Madrid que otra cosa.

En el fondo todo se resumen en algo sencillo: la mentalidad cainita que existe en este maldito país desde hace siglos. Eso y el retraso cultural que llevamos que a veces parecemos monos (todavía aficionados de a pie vale, pero periódicos o informativos ya da más pena).

Q

Mi opinión es que este escrito, muy diplomático, muy bien escrito, lo ha escrito alguien no muy aficionado a este deporte. Desde un enfoque de vista imparcial, visto desde fuera como "22 tíos dándole pataditas a un balón" creo que todo el mundo estaría de acuerdo con este texto, el problema es que ha obviado la parte más importante de este deporte, la emoción, la pasión y el sentimiento.

Para algunos, el fútbol es más que un deporte. ¿Quién no se llevó una de las alegrías más grandes de su vida con el gol de Torres en la final de la Eurocopa? ¿Cuánto no corrimos y chillamos cuando Cesc mandó a la red el quinto penalty contra Italia?

Y esto es porque se vive, porque es parte de nosotros, porque muchas veces si se meten con tu equipo saltas a defenderlo como si estuviesen metiendo con alguien de tu famila. Realmente te pones a pensarlo fríamente y te preguntas... ¿porqué coño estaré yo defendiendo a este veinteañero fiestero que le importa una mierda el club en el que está? Pero cuando se meten con el saltas sin dudarlo.

El fútbol no es tan simpe como algunos lo quieren hacer ver, y el que lo simplifica es porque no disfruta de el.

En el fútbol, como en todo en la vida, hay servidumbres, favoritismos, corrupción, clasicismo y otras muchas cosas criticables, pero por más que insistan no lo van a poder cambiar.

Nos gusta el fútbol tal y como es, aunque hay cosas que se podían mejorar, pero dudo mucho esté en mano de los aficionados.