#215 Si no tienes NI PUTA IDEA de lo que hizo tu equipo en el pasado ni hables.
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El robo de Di estefano:
Comparto con Serrat, y tantos otros arrapiezos catalanes, el mito ya cantable de Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón. Ahí están esos cinco cromos junto a las fotos de mis seres queridos y a los vacíos de los animales que se me han muerto. Y de aquella adolescencia sensible extraigo una foto que empezó siendo deportiva y acabó siendo política. Di Stéfano bebiendo agua de la Fuente de Canaletas, en plena Rambla, señal simbólica de que nunca abandonaría Barcelona, a pesar de que las aguas ya sabían algo a cloro y no eran las mismas que había hecho traer siglos atrás Fivaller desde las colinas más propicias.
Venía Di Stéfano, saeta rubia para los entendidos, del brazo de Samitier, el gran fichador del Barcelona de aquellos tiempos, y fue presentado como el mejor jugador latinoamericano, según algunos con permiso de Rossi. Y de pronto, como si se hubiera tratado de una aparición, la saeta rubia se esfumó y reapareció en Madrid, donde el cabo voluntario del ejército franquista, señor Bernabéu, liberador de Cataluña dominada por los rojos, tiraba de uno de los extremos de aquella saeta reclamándola para el Real Madrid. Tan política se puso la cosa que por ahí estaban el delegado nacional de Deportes, creo que por entonces lo era el general Moscardó o en su defecto el falangista Elola Olaso y también el presidente de la Federación Española de Fútbol, Sancho Dávila, primo hermano de El Ausente, es decir, de José Antonio Primo de Rivera. Tal vez estos nombres dejen indiferentes a las nuevas generaciones, partidarias, como yo, de Jim Morrison o de Cameron Díaz o del subcomandante Marcos, pero Sancho Dávila era feligrés de la dialéctica de los puños y las pistolas y la foto de José Antonio compartía pared con la de Franco en casi todos los colegios y casi todas las fachadas de las mejores y las peores calles de las ciudades de toda España.
Franco era un fanático del Real Madrid y discutía las alineaciones con sus escasos amigos. Cuando cuajó aquella irrepetible delantera Kopa, Molowny, Di Stéfano, Rial y Gento, se permitía discrepar sobre la utilización del talento de algunos jugadores y opinaba que solucionar un partido a penaltis era digamos que una mariconada, con perdón, y que lo más viril era resolverlos a córners. No sé si me explico. Todas las autoridades deportivas visibles o invisibles propusieron que el Barça y el Real Madrid compartieran a Di Stéfano, un año en el Barça, otro en el Madrid, y mientras tanto el presidente del Barcelona empezó a recibir presiones, insinuaciones, amenazas, intervenciones en sus negocios y el club tiró a Di Stéfano por la ventana, con la garganta llena de congojos, y en la calle la indignación de la todavía no llamada sociedad civil que sumó el robo de Di Stéfano a los excesos del franquismo.
Pero aquella temible reunión de Kubala y Di Stéfano se produjo en una selección catalana de desagravio, que hoy no habrían tolerado ni Aznar ni sus capataces judiciales. Fue un partido memorable y la encarnación del sueño de un equipo capaz de alinear al genial Eulogio Martínez junto a los verdaderamente galaxiales Kubala y Di Stéfano, el precozmente mágico Luisito Suárez y Evaristo y Villaverde y los húngaros que escaparon del frío, Kocsis y Czibor.
Y luego resultó que, efectivamente, Di Stéfano era genial. Que ganó no sé cuantas Copas de Europa y se atrevió a anunciar medias de señora por el procedimiento de seguir siendo Di Stéfano de cintura para arriba, pero dotado de unas espléndidas piernas femeninas adecuadas para las medias Berkshire. No lo sabíamos. Pero con Di Stéfano había llegado la primera postmodernidad.
fuente el pais: http://www.elpais.com/articulo/deportes/Di/Stefano/Kubala/Suarez/elpepidep/20030922elpepidep_24/Tes
Aquí otra:
Alfredo Di Stéfano llega a España en 1935, uno de los eventos más importantes de su vida deportiva. Deseado simultáneamente por Real Madrid y Barcelona, creó una especie de tormenta en el país, ya que los dos equipos decían contar con los "derechos" de Alfredo Di Stéfano.
Di Stéfano llegó a un acuerdo con el Fútbol Club Barcelona para incorporarse al equipo. El traspaso de River Plate al Barcelona fue en un principio autorizado por la FIFA. Sin embargo el club Millonarios de Bogotá, que era dueño de los derechos del jugador hasta 1954, según convenio firmado en el Pacto de Lima denunció la situación anómala del jugador a la FIFA por lo que ésta informó al general Franco y este mediante la Federación Española se opuso por tanto al traspaso. El 13 de mayo de 1953 llegó a Barcelona dispuesto a firmar su contrato, pero en medio de las dificultades con la Federación Santiago Bernabéu lo convenció de romper su acuerdo con el Barça e incorporarse al Real Madrid. Adicionalmente Millonarios de Bogotá había negociado directamente con el Real Madrid. El Barcelona hizo lo propio pero de manera infructuosa.
El 15 de septiembre la Federación Española optó por una decisión salomónica. Emitió un comunicado en el que autorizó a Di Stéfano a jugar cuatro temporadas en la Liga Española, dos en el Real Madrid y dos en el Barcelona. La comisión directiva del Barcelona, presidida por Enric Martí-Carretó, protestó por esta decisión y dimitió en pleno. La comisión gestora que la sucedió firmó un acuerdo con el Real Madrid, el 23 de octubre, en el que renunciaba a todos los derechos sobre Di Stéfano a cambio de una cantidad de dinero equivalente a la que se había gastado en ficharlo. Durante los tres meses en los que Di Stéfano permaneció en Barcelona, entrenó con la plantilla azulgrana y participó en tres partidos amistosos organizados por el club catalán, pero nunca vistiendo la camiseta barcelonista, por miedo a una sanción federativa. Curiosamente, Di Stéfano vistió la camiseta azulgrana años después, en dos partidos amistosos de homenaje, cuando ya era jugador del Real Madrid a todos los efectos.
Acerca de este fichaje hay muy distintas opiniones. Historiadores como Bernardo Salazar mantienen que el Barcelona cometió numerosos errores a la hora de enfocar la estrategia del fichaje del jugador argentino. El principal error fue la súbita limitación por parte de la Federacíon Española de fútbol en el número de extranjeros en las plantillas de la primera división de fútbol española, en el que curiosamente el F.C. Barcelona excedía su crédito. De este modo, el Real Madrid pudo hacerse con los servicios del jugador argentino.
Desde la perspectiva contraria, el historiador Jaume Sobrequés aporta material de investigación que documentaría la legalidad del traspaso de Di Stefano al club catalán. Según algunas fuentes, además, el Barcelona estaba convencido de que el gobierno estaba presionando para que Di Stéfano fuera fichado por el Real Madrid. También hay versiones según las cuales cuando el Barcelona vio que era imposible quedarse con el jugador intentó traspasarlo al Juventus FC de Italia, sin conseguirlo.
http://www.futbol-tactico.com/futbol/historia-futbol.php?id=14
Real Madrid club Señor. Yeah!