#60644 Nico Williams no es un crack ni tampoco un gran jugador que vayamos a recordar dentro de 20 años, pero es un chico implicado, rápido, con cierto desborde, con la facultad de jugar abierto a banda y generar peligro desde esa posición y que sabe desmarcarse y correr a la espalda de la defensa.
Poder tener a Nico Williams por la banda izquierda y a Lamine por la derecha supondría un gran avance para nuestra delantera teniendo en cuenta lo que hemos tenido estos últimos años.
Actualmente cuando juegan Ferrán/Joao Felix por la izquierda y Raphinha por la derecha no supone ningún tipo de peligro por las bandas ni un quebradero de cabeza para las defensas rivales, porque saben que siempre van a tender a irse hacia el centro y que no van a generarles ningún tipo de amenaza por el exterior. Esto supone que las defensas rivales se cierren y dificulten aún mas nuestra capacidad de percutir por dentro porque saben que el único peligro que podemos generar es cuando estos jugadores se van hacia el interior del campo.
Sin embargo con Nico y con Lamine el efecto sería el contrario. Las defensas tendrían que abrirse mucho mas para tapar los exteriores porque ambos jugadores pueden y tienen la facultad de encarar por fuera y regatear para generar peligro, al mismo tiempo que también tienen la facultad de irse hacia dentro. Que las defensas rivales tengan que jugar mucho mas abiertas y sembrar esa duda de no saber si te van a atacar por el exterior o irse hacia el interior supone dejar muchos huecos por dentro para que podamos generar llegadas y desmarques de nuestros interiores hacia el área rival.
No hay mas que ver la diferencia de cuando juega Raphinha por la derecha a cuando juega Lamine. El simple hecho de que la defensa tenga que hacerle un 2 vs 1 a Lamine para evitar que este genere peligro con un regate por el exterior ya supone un avance sideral para la forma de jugar del Barça porque la defensa rival tiene que bascular todo el rato hacia ese lado y generalmente acaban dejando algún hueco entre central y lateral o incluso al extremo de la otra banda libre sin marca. Huecos que deberían aprovechar nuestros interiores y/o laterales para percutir por esos carriles libres.
Ahora imagínate poder hacer eso por ambas bandas.
Esto es el 1+1 del fútbol de Cruyff. Los extremos siempre abiertos pegados a línea de cal y con capacidad de desbordar por el exterior para así abrir las defensas que jueguen cerradas para evitar el juego combinativo del Barça y provocar que a medida de bascular hacia uno y otro lado acaben dejando carriles libres para nuestros interiores y laterales o algún jugador libre de marca.