NO VA MÁS
Se llega a la última jornada con solo una certeza matemática: el cuarto puesto del Mónaco.
La inesperada derrota de Olympiakos en la jornada anterior y el peliagudo visitante que le toca, un Baskonia obligado, deja abierta una razonable posibilidad de que sea el Madrid el que termine liderando esta liga.
Aunque el Madrid tampoco tendrá fácil ganar en Tel-Avic a un Maccabi que, dependiendo de otros resultados, podría complicarse su pesencia en play-offs.
El Barça la pifió también en la jornada anterior. Ahora solo puede ser segundo o tercero que casi es lo mismo.
Para las cuatro últimas plazas hay cinco candidatos. Incluso hasta podría darse un quíntuple empate si Zalguiris y Baskonia ganan y los otros tres, Maccabi, Partizán y Fenerbahce, pierden. Mucho tendrán que decir los basket-average en las múltiples combinaciones de empates que se pueden dar.
Teóricamente, y desgraciadamente, el que más difícil lo tiene es el Baskonia, obligado a ganar a Olympiakos. De no ser así solo le salvaría que el Zalguiris también perdiese en su visita a Munich. Los lituanos cuentan con la ventaja de jugar al día siguiente sabiendo ya lo que hizo el Baskonia.
Si lituanos y vascos ganasen podrían rebasar, dependiendo de los baske-average, a alguno de los otros tres que perdiese. El que más peligro corre es el Maccabi con la visita del Madrid que juegan a la misma hora que el Olympiakos-Baskonia.
Fenerbahce tiene una salida ambigua, es decir, de resultado incierto, con el Estrella Roja.
El Partizán sin embargo no debería tener problemas en asegurarse la clasificación recibiendo al Panathynaikos y además sabiendo ya lo que han hecho los demás.
Sorprende que en la última jornada no se jueguen todos los partidos con algo en juego a la misma hora.
Solo hay tres partidos en los que solo está en juego la dignidad deportiva: Alba - Asvel (el farolillo rojo ya es para los franceses); Efes - Mónaco (triste despedida para los que ya dejarán de ser campeones); y el duelo italiano Virtus-Milan.