#7500 Te lo compro y me parece genial en una persona sin un hábito de cebarse el fin de semana. En su caso, lo dicho, yo he pasado por ahí, era uno de mis principales problemas, y pesarme no me hacía ningún bien. Hablo desde mi experiencia, que es irrefutable (por ser subjetiva y funcionarme). Él que utilice el mecanismo que quiera. Tu teoría o mi práctica.
- Lunes - Jueves: comes lo mejor que puedes. Sin excesos
- Viernes - Sabado: te cebas
- Domingo: te pesas y entras en depresión
- Lunes - Jueves: vuelves a comer lo mejor que puedes.
Es un bucle y estás alimentando el fin de semana con tu hábito de lunes a jueves. Y si te pesas, lo empeoras. No es una cuestión teórica, de qué es mejor, es una cuestión práctica y psicológica. Tu cuerpo no quiere cambiar de peso y con una conducta obsesiva lo único que haces es desequilibrar para hostiarte luego.
Cuando hay un desorden tan grande, hay que atajar el problema con ayudas psicológicas y dejarse de tanta teoría.
Y esto vuelve a ir para #7481. Perspectivas psicológicas y cambios que a mí me ayudaron:
- Si te vas a cebar el fin de semana, piensa algo: no es lo mismo una pizza que dos. Muchas veces caemos en el "bueno, ya que me pego el homenaje, me lo pego bien". Esto es un error tremendo. Si te vas a pegar un homenaje, hazlo, pero disfrútalo y no lo hagas de forma visceral. La cantidad importa.
- Elimina salsas y líquidos en los homenajes. Cuando te pegas un homenaje es muy fácil desfasarlo en cosas que no aportan mucho. Si te quitas de fritos, pues te puedes pegar un homenaje igual de bueno con una hamburguesa o una pizza casera. Es decir, pegarse homenajes con cabeza (te quitas solo las patatas, por ejemplo).
- Hay veces que te pegas un homenaje por aburrimiento en tu hábito alimenticio. Yo llegué a cambiar pizzas de Mercadona por guacamole, hummus, zanahoria, y mierdas más naturales. Es decir, piensa si la mierda te la metes por aburrimiento o porque realmente te la pide el cuerpo. Si te paras a pensar en alternativas, igual ves algo que te mole y no sea tan perjudicial. El cuerpo muchas veces lo que quiere es cambiar, más que otra cosa.
- Cubatas con bebida cero, siempre.
- Eliminar pan y picos del desayuno y las comidas habituales. Aportan cero.