La pregunta es: ¿te mueves? ¿Haces algo de deporte?
Si eres alguien con poca fuerza de voluntad, fracasarás. Y te hablo en base a la experiencia. Sí, lo fácil es mandarte al hilo de Iuma. Te calculas las cosas y miras tus calorías. Quizás, incluso, lo pruebes una semana... dos, ¡Joder, quizás incluso llegues a tres!
Pero la pregunta es: ¿y luego qué?
Lo he vivido en mis carnes (que no son pocas). He lidiado con amigos que realmente van al gimnasio todos los días. Tío, dime la página ésa de la dieta. ¿Pero hay que pesar las cosas? Yo mañana me pongo, ya lo verás. Y tú, como una buena persona, le tratas de explicar todo una y otra vez. Esto se hace así, esto se hace asá. ¿Y sabes qué pasa al final? ¿Sabes dónde caen todas las explicaciones? En el efímero sentimiento de creer que se va a llevar bien una filosofía de vida para la que muchos no están preparados. Seamos sinceros: pesarlo todo es un auténtico coñazo. 100 gr de macarrones, ok. 100gr de tomate frito. Ok. Va, voy a echarle 10 gramos de margarina. ¿Podré echarle un poco de pollo? ¿Cuántos gramos? Esto aburre. Aburre si no tienes claros unos objetivos, si no sabes realmente por qué lo haces. E incluso una vez que lo sabes, te lo cuestionas. ¿Voy a estar toda mi vida con una báscula de cocina al lado? ¿En serio? La respuesta es NO.
Yo empecé en esto contando macros y sí, ves un cambio real, pero la pregunta es: ¿cuán diferente hubiera sido el cambio si hubiera aprendido a comer mejor?
Te digo todo esto porque dudo que seas un chico de gimnasio. Dices que has venido aquí porque quieres aprender a comer. Ok, lee el post que te han pasado, aprende lo que es cada cosa, aprende qué es bueno y qué no. Pero no vayas más allá. No al menos si no te vas a dedicar a las pesas. Lo veo absurdo para una persona de a pie. Sabiendo comer bien, puedes adelgazar o engordar. ¿Quieres adelgazar? Tú sabes cómo se hace, seguro. No hay que ser un lumbreras para saber que un plato lleno de pasta con salchichas y un trozo de pan, más de postre un bollo de chocolate no es la manera. Sin embargo, medio plato con un poco de pollo a la plancha y una pieza de fruta sí puede serlo.
Aprende a comer. No me creo que no sepas qué es bueno para tu cuerpo y qué no. Sin más. Lee sobre comida sana. Vivimos en la era de la información, por Dios. Usa Google. Busca. Y cuando sepas qué es más o menos comer sano, entonces decide si quieres ser esclavo de una báscula de peso de la que podrías prescindir si dejaras una vida sedentaria (que ignoro si es tu caso) y supieras que un filete de ternera con patatas cocidas es mejor que una hamburguesa del McDonalds.
Y obviamente: haz deporte. No un partido los sábados con tus amigos. Eso es una mariconada. Muévete todos los días. Si no quieres un gimnasio, hay mil formas. Y aquí te podemos decir 999.
Me apetecía escribir. Sí, ¿qué pasa?