#6 Quizás te parezca muy obvio lo que te voy a decir, pero si de verdad quieres hacer un guión, estudia un poco esos guiones de los que hablas...
Half Life es un gran ejemplo. Juégalo con mirada crítica y estudia como se desarrolla la historia, que partes suceden "a causa" del jugador, y que partes suceden sin más... Que partes forman parte del transfondo y que partes forman parte de la historia, que partes se sobreentienden y que partes se explican.
Al final lo que tienes que tener claro es que la gran diferencia del videojuego frente al cine o la historia es la interactividad. La libertad que le das al jugador para experimentar o influir en la historia es (A grandes rasgos) lo único que lo diferencia del cine. (A partir de aquí, ya podríamos entrar a hablar de como las mecánicas y dinámicas se relacionan con el guión del juego.
Por ponerte un ejemplo, no es lo mismo Life Is Strange, que los Final Fantasy. En life is strange, todas las mecánicas están a merced de la narrativa, mientras que en final fantasy, los combates, normalmente transcurren a pesar de la trama, y no tienen a penas influencia uno en el otro...
Resumen: No hay una opción que te vaya a servir para todo... lo primero que daberías hacer es investigar un poco, jugar a los juegos estudiando sus guiones, y ver como se relacionan con otros medios, desde el cine, hasta los libros de "elige tu propia aventura". Investiga un poco los guiones de cine o los storyboards de la animación... y a partir de ahí, ya irás viendo que es lo que mejor te puede funcionar para llevar tu historia a un videojuego.
Y ahora dos consejos:
Escribir rápido es una pésima excusa para hacerlo mal. Una cosa son las faltas ortográficas puntuales o los errores tipográficos y otra cosa es la agresión directa a los ojos del lector... normalmente esto no se lo digo a nadie por muchas faltas que cometa, pero si quieres escribir guiones, por favor, demuestra que al menos sabes escribir.
Si fuera fácil, todo el mundo lo haría... Lee, juega, consume tantas historias como puedas y analiza la forma en que estas se desarrollan. Y no esperes que aparezca una plantilla por ahí o un manual que te haga el trabajo. Lo compliado no es tener ideas, sino saber desarrollarlas.