Buenas noches. Os pregunto a vosotros a ver si podéis echarme una mano.
El otro día me pillé un i5-9600k para mi placa que ya tiene unos pocos años. Hoy he probado a cambiarlo por el que tenía y tras haber comprobado en la BIOS que el ordenador reconocía el nuevo procesador, he arrancado Windows y para mi sorpresa me he encontrado con dos problemas. El primero ha sido que la resolución de la pantalla estaba bajísima, como si no me reconociera los drivers de la gráfica. El segundo ha sido que a los 20 segundos el PC se me ha congelado, quedándose encendido pero sin responder a nada. He reiniciado un par de veces y seguía ocurriendo lo mismo.
Dada la situación he probado a formatear a ver si se solucionaba, pero al arrancar desde un USB con la herramienta de Windows para formatear, me ocurre exactamente el mismo problema y se me vuelve a congelar. He estado mirando en la BIOS un buen rato a ver si había algo que se me escapaba pero no he conseguido dar con la tecla, además de que navegando en la BIOS no se me congela en ningún momento.
He vuelto a poner el procesador antiguo y todo ha vuelto a funcionar sin ningún problema. No sé si hay algo que se me ha olvidado configurar o es que directamente me ha venido defectuoso el procesador. Se os ocurre que puede ser? Gracias de antemano.
Mi placa es una MSI B360M PRO-VDH actualizada a la versión 7B24.A10
EDIT: Solucionado. Tenía la BIOS desactualizada