El pasado fin de semana, MMD vino a Málaga para hacer la presentación europea de su nueva gama de monitores Philips Momentum y tuve la oportunidad de probar un rato uno de los modelos y hablar con los jefes de producto sobre esta primera incursión de Philips en el mercado de pantallas para juegos.
Hasta ahora, ninguna compañía ha estado vendiendo pantallas grandes pensadas para jugadores. Nvidia anunció hace unos meses sus Big Format Gaming Displays pero sin fecha de salida, mientras que Samsung ha hecho algunos tímidos intentos añadiendo Steam Link a sus televisores y empezando a dar datos de input lag. Philips va a intentar adelantarse con estos Momentum y hacerse un hueco en un mercado sin oferta.
Aunque no son ajenos al sector por sus monitores AOC para jugadores de PC, MMD ha decidido separarse de esa marca para sus nuevos monitores pensados para jugar, principalmente porque están más orientados a usuarios de consola que de PC.
El primer modelo de esta línea, el 436M6VBPAB, está previsto para finales de mayo o junio, será un monitor de 43" a un precio que rondará los 800 € y que deja ver por dónde irán los tiros del resto de la gama.
En este monitor, han echado el resto en el panel y dejado lo demás de lado, quizá demasiado. Además de la esperada resolución 4K a 60 Hz, el panel VA es el primero certificado como DisplayHDR 1000.
Debido a la cantidad de monitores que prometían HDR y no lo cumplían del todo, VESA lanzó en diciembre la especificación DisplayHDR, que establece niveles mínimos de luminosidad, niveles de negro y gama de color. De los dos primeros niveles sí que hay varios modelos en el mercado, pero hasta ahora ninguno había llegado al más alto.
Para conseguirlo, la profundidad de color es de 10 bits verdaderos, con los que llega al 97,6 % de cobertura del espacio de color DCI-P3. En otro requisito, la atenuación local, es curiosamente donde Philips ha rebajado el coste a base de reducir el número de zonas.
Aun así, a simple vista el resultado es espectacular. En juegos como Halo 5, con escenarios llenos de lava, el contraste entre las partes más iluminadas y las más oscuras es increíble y el brillo sale de la pantalla de una manera que mi televisor 4K "HDR", también de Philips, no consigue ni de lejos.
Que el panel se vea tan bien es un plus para cualquiera, no solo para jugadores, así que para estos últimos pretenden venderlo en base a dos especificaciones: el input lag y el Adaptive-Sync.
Los 21 ms de input lag lo ponen entre las pantallas grandes con menos retardo del mercado, pero es una pena que no hayan llegado a estar por debajo de un frame, sobre todo cuando es algo que LG ya ha conseguido con algunos de sus últimos televisores.
La mejora respecto a la mayoría de televisores será notable para mucha gente, pero Philips tenía ahí la oportunidad de convertirse en un estándar en torneos de juegos de consola. Con dinero en juego, siguen siendo mejores los monitores TN de 24" que suelen usarse ahora mismo.
En cuanto al Adaptive-Sync, la versión VESA estándar de FreeSync/G-Sync, es una característica que ahora mismo solo pueden usar los que conecten un PC con gráfica AMD, pero deja al monitor listo de cara a la actualización de mayo de Xbox One y las consolas de la próxima generación.
La sincronización adaptativa es parte de estándar para el futuro HDMI 2.1, pero en este caso funciona a través de HDMI 2.0, de los dos DisplayPort e incluso del USB-C 3.1.
Sorprendentemente para un producto gamer, Philips ha optado por no poner toda la iluminación Ambilight y la ha sustituido por lo que llaman Ambiglow, que solo tiene una tira de ledes en la parte inferior del monitor. La teoría es que es una pantalla pensada para tenerse encima de una mesa, y no pegada a una pared, así que no se iba a aprovechar la iluminación completa de Ambilight. En realidad, se trata de otra manera más reducir el coste y seguir manteniendo el monitor en un rango de precio asequible.
Esas concesiones para reducir el precio tienen todo el sentido del mundo, pero hay otra más que es el gran punto negativo: falta de sintonizador y de cualquier tipo de software. La idea es que los millennials ya no consumen televisión y quien compre esta pantalla va a tener una consola para Netflix y similares, pero es una proposición muy arriesgada esperar que alguien sustituya su televisor por esto.
Al final, no deja de ser un monitor enorme que difícilmente va a sustituir a un televisor o al monitor del PC. Poca gente tiene una pantalla dedicada para su consola y, aunque es cierto que precisamente Philips ha estado vendiendo monitores 4K de 40" a ciertas profesiones, no son en las que se van a gastar el doble de dinero por características que no van a usar.
Incluso yo, que soy el prototipo de millennial que ignora la televisión tradicional, tendría que pensármelo mucho para sustituir mi televisor por un monitor y tener que depender de la PS4 para Netflix.
Este 436M6 no deja de ser espectacular para los que encajen en ese nicho dentro de un nicho. Para el resto, este es el punto de partida para futuros monitores de PC con HDR verdadero y televisores pensados para los que los usamos principalmente para jugar.