Vaya, acabo de enterarme de la existencia de este foro. Como fanático de los juegos de mesa y de rol os doy la enhorabuena por la idea.
Hace un tiempo que vengo realizando reseñas de todos los juegos que me caen en las manos, así que os voy a ir copypasteando las que sea capaz de recuperar.
Y la primera es para uno de esos juegos chorras que me ha dado tardes y noches geniales de risas con los colegas en casa.
Tipo de juego: Competitivo.
Número de jugadores: Dos a diez (ideal: seis jugadores).
Idioma: Castellano.
Azar: Alto.
Estrategia: Media.
Jugabilidad: Altísima.
El juego representa una carrera de Fórmula 1 de toda la vida y se sirve de unas reglas magníficas que garantizan que las partidas sean emocionantes y frenéticas hasta la última curva.
Lo primero que llama la atención en cuanto abres la caja del juego es la vistosidad de los componentes. Colores llamativos y un cuidado diseño en los mapas, como se puede apreciar en esta imagen del circuito de Mónaco (las fotos no son mías, obviamente, las he sacado de la página web del propio juego pero doy fe de que lo que aparece en la caja es exactamente igual a lo que aquí se muestra ;P):
Los coches quizás sean un pelín pequeños, pero teniendo en cuenta el tamaño del tablero de juego, es perfectamente comprensible que parezcan "micromachines". La calidad también es excelente:
El juego incluye los dados necesarios para trazar las curvas elegantemente (o para estamparnos).
La mecánica de "conducción" es muy simple: cada coche tiene seis marchas, y cada marcha determina la distancia que puede moverse el vehículo por medio de un dado de varias caras que lleva asociado (Primera = 1D4, Segunda = 1D6, Tercera = 1D8, Cuarta = 1D12, Quinta = 1D20 y Sexta = 1D30). Cuanto más alta sea la marcha mayor será el resultado obtenido y por lo tanto mayor será la distancia que recorra el coche en ese turno (los resultados obtenibles con los dados sólo incluyen determinados rangos de números, de manera que siempre -o casi siempre- se obtendrá más movimiento en una marcha larga que en una corta).
Se empieza en la línea de salida arrancando en primera velocidad, y a partir de ahí depende del piloto, que en cada turno deberá decidir si se mantiene en la marcha en que va, mete una marcha superior para correr más, o reduce la marcha para entrar en una curva con seguridad. La principal dificultad del juego radica en el trazado de las curvas. Cada curva tiene una dificultad que determina el número de turnos que debemos permanecer moviéndonos en su interior. Cuanto más difícil sea la curva, más turnos debemos estar dentro de ella, moviendo nuestro vehículo en una marcha lo suficientemente baja como para no salirnos de la curva y lo suficientemente alta como para mantener una velocidad que impida que los demás jugadores nos adelanten. Huelga decir que si nuestra conducción es temeraria y entramos en una curva lanzados, nos saldremos de la pista y nos veremos obligados a abandonar la carrera, así que es importante practicar una conducción segura
Para ambientar mejor las partidas y que cada jugador se sienta "dentro de su monoplaza", hay unos geniales paneles de instrumentación que representan el cambio de marchas de cada vehículo y los marcadores que indican al piloto el estado de los principales sistemas del vehículo: neumáticos, frenos, caja de cambios, carrocería, motor y amortiguación.
El toque pseudorolero del juego viene dado por el hecho de que esos apartados técnicos que tiene cada coche sirven para determinar la cantidad de daño que puede soportar tu vehículo durante la carrera. Ese daño se sufre tanto por accidentes como por la forma de conducir. Cuanto más al límite llevemos el vehículo en las maniobras que realicemos durante la carrera, mayores serán las posibilidades de que éste sufra daños... hasta el punto de que es posible terminar la carrera conduciendo (literalmente) una chatarra con ruedas (eso si la terminas, que también puedes hostiarte y verte obligado a retirarte de la carrera).
Así, los neumáticos se deterioran cuando nos pasamos de velocidad en las curvas, los frenos reciben daños cuando nos vemos obligados a clavar el coche para evitar colisiones, el motor se puede averiar cuando pisamos a fondo, la amortiguación si circulamos sobre los restos de otros coches accidentados, la caja de cambios cuando hacemos reducciones de más de una marcha antes de las curvas por llegar a ellas pasados de velocidad, y la carrocería cuando sufrimos roces con otros coches.
Cuando agotamos todos los puntos de alguna de estas partes del vehículo, sufrimos consecuencias indeseadas. Desde limitaciones importantes a la hora de pilotar, hasta abandonos de carrera. Por suerte tenemos al equipo de mecánicos listo en los boxes para echarnos un cable cuando más lo necesitamos.
Los turnos son rapidísimos. Y cuando digo rapidísimos realmente quiero decir RAPIDISIMOS. Mueves tu coche en tu turno, lo dejas en mitad de una recta y mientras el turno pasa a otro jugador, tú te pones a contar las casillas que tienes por delante y a echar cábalas para ver si en tu próximo turno te interesa mantenerte en la marcha que llevas o subir a la siguiente para ir más rápido... y cuando te quieres dar cuenta ya te están dando codazos al grito de "Va! Que te toca a ti!".
A pesar de que el sistema de juego es sencillísimo y muy fácil de asimilar, con las reglas avanzadas es posible darle una complejidad tremenda sobre cuestiones técnicas como climatología, tipo de neumáticos, paradas en boxes, etc. Vamos, que es un juego idóneo tanto para principiantes como para veteranos, y supone un cambio de aires genial para los avezados jugadores de tabletop games (yo nunca habría imaginado que me lo podía pasar TAN BIEN con un juego sobre carreras de coches). El único pero hay que ponérselo a lo someras que son las reglas a la hora de definir ciertas situaciones que degeneran en "desacuerdos técnicos" entre jugadores. No obstante el sentido común puede rellenar sin ningún problema los pocos huecos que dejan las reglas.
Nosotros lo probamos entre varios amigotes y fue graciosísimo. En las primeras carreras (a una vuelta) los tres íbamos a cojón sacao, con maniobras que harían que Schumacher pareciera un monaguillo y pegándonos unas lijadas del horror a unas velocidades de vértigo. Luego fuimos introduciendo reglas avanzadas y alargando la duración de las carreras (hasta tres vueltas) y ahí sí que empezó a verse "conducción técnica". El resultado fue que empezamos a jugar a las ocho de la tarde y nos dieron las tres de la mañana.
Pero eso no es todo! No, amigoes, hay más! Además del modo de juego normal se ofrecen también reglas para jugar a street-racing. Sí, carreras ilegales a través de ciudades al más puro estilo "Fast & Furious". Hay diez corredores con distintos atributos y habilidades especiales que les permiten hacer putadas a los demás o llevar el coche hasta el límite. Además, los circuitos urbanos son muchísimo más peligrosos que los circuitos convencionales y presentan reglas especiales que reflejan los problemas de conducir por el centro de una ciudad a toda velocidad.
Actualmente hay tres expansiones a la venta. Cada expansión trae un circuito normal y uno de street-racing. La primera con eos de Sebring F1 y Chicago street-racing. La segunda con los de Hockenheim F1 y Valencia street-racing, y la Tercerca con Singapur y The Docks. Se espera la cuarta expansión para principios de 2013.
Es un juegazo para sacar a la mesa con grupos grandes y poco relacionados con el mundillo. Los más veteranos suelen detestar los juegos muy dependientes del azar, pero aún así Fórmula D es un juego frenético capaz de divertir incluso a los "descendientes de Rommel".