#59195 Por favor, caballero, présteme atención, dado que ya no soy un tierno infante,caballero. Yo no soy un tierno infante. Me temo que mi tiempo es demasiado valioso para que usted y sus adláteres se apropien del mismo. Y hasta ahí hemos llegado, muy señor mío. Si está en su ánimo un encuentro en persona, ponga usted fecha y hora. Conozco el terreno y existe la posibilidad de acceder a armas cortas de fuego de diversos calibres, así como otros dispositivos armamentísticos que usted tenga a bien imaginar. No puedo precisar su conocimiento detallado de la situación, pero me atreveré a aclararle, individuo afroamericano que ésto es, metafóricamente hablando, un terreno poblado por una vegetación muy abundante y espesa y una fauna muy variada que es propio de algunas zonas de Asia y América. Présteme atención: su actitud y la del orfeón compuesto por sus acólitos prepúberes está consiguiendo despertar mi irritación. Apelando nuevamente a su atención, me veo obligado a convocarle en domicilio situado en la calle Aguilón número 9. Si lo desea, puede acudir también su amistad a la que le atribuye gran valor. He de hacerle la apreciación, sin embargo, de que ayer hizo caso omiso a nuestra cita previa, en la que me mantuve a la espera hasta muy pasada la medianoche. Nadie se dignó en aparecer. ¿He de atribuirlo a una falta de coraje? De no ser así, por favor, acudan a nuestras convocatorias. He de decir que fue favorable para ustedes, el que dicho encuentro no llegarse a efectuarse, (oh, miserable delator!), dado que portaba un arma de fuego mientras deambulaba con mi vehículo. ¿Realmente , pese a su excelencia, es usted consciente de a quién se enfrenta? ¿Lo es? Me temo que, hasta ahora, ha sido usted afortunado, pese a su homosexualidad, dado que, de haberse producido el encuentro antes mencionado, tal vez habría resultado herido en la rótula. En mi modesta opinión, su histrionismo es superlativo.