Análisis de Frostpunk

El estudio polaco 11 bit studios está de vuelta, dispuestos a sorprender una vez más a todos aquellos que quedaron maravillados con las posibilidades jugables, así como la crudeza con la que se representaba su anterior trabajo, This War of Mine. Y es que con Frostpunk lo han vuelto a hacer. Tenemos ante nosotros una obra de esas que marcan a quien se adentre a probar su planteamiento, repleta de posibilidades y de durísimas decisiones morales como pocas veces se han visto en un videojuego.

Argumento

El argumento de Frostpunk nos transporta hasta el verano de 1886 en un pasado alternativo, donde las antiguas y nuevas tecnologías se dan la mano para recrear un mundo totalmente steampunk. Fuertes tormentas de nieve como nunca se han visto azotan la Tierra, hasta el punto de llevarla a una terrible edad del hielo a nivel global. Ante este panorama tan solo el Imperio Británico ha logrado resistir, gracias sobre todo a unos gigantescos generadores de calor que utilizaban en su industria.

Así pues, somos de los pocos vestigios de humanidad que quedan en el planeta y nuestra misión primordial será mantener el generador encendido, levantar una pequeña civilización y resistir a toda costa. El clima continúa empeorando, la decisiones morales serán el pan nuestro de cada día, pero ante todo, de nosotros depende la supervivencia de la porpia especie humana. Casi nada.

Jugabilidad

La jugabilidad de Frostpunk es como la de un RTS al uso. La diferencia aquí es que no tendremos que construir enormes colonias, ni expandirnos por extensos territorios, ni tampoco combatir. Aquí el principal objetivo es la supervivencia de nuestra ciudad ante las adversidades de la naturaleza u otras amenazas derivadas de la situación extrema en la que estamos viviendo. Hay 3 campañas de historia (más una cuarta que llegará en el futuro), cada una con variantes de zonas y objetivos, teniendo una duración de unas 30 horas en total (aunque también tiene modo libre en cada mapa), eso sí, muy rejugables por la enorme cantidad de variaciones en la forma de afrontar los desafíos y eventos aleatorios que nos saldrán.

Hay tres elementos clave que marcan la partida, la temperatura, el generador y el Libro de Leyes (una especie de árbol de talentos del que hablaré después). El generador se sitúa en el centro de todo y alrededor de él iremos construyendo de forma circular nuestra ciudad. Pero la temperatura siempre será la constante a vigilar y la que nos obligará a tomar ciertas decisiones de forma dinámica. No es lo mismo estar a -20º que a -40º o pudiendo incluso llegar a los -100º. Por tanto deberemos estar siempre atentos para responder ante el clima cambiante.

El principal objetivo será encender el generador para tener calor, lo que requerirá siempre de carbón para su funcionamiento, por tanto deberemos comenzar a asignar a nuestros primeros trabajadores a recolectar tanto ese material, como otros necesarios para la edificación del resto de instalaciones que precisaremos para toda clase de quehaceres.

El problema está en que el alcance del calor que desprende nuestro generador es limitado (hasta que lo mejoremos), por lo que nos veremos obligados a apañarnos como podamos, no pudiendo expandir nuestra ciudad de forma eficiente más allá del radio de calor del generador. Lo que empezará a traernos los primeros dilemas... Cada habitante de nuestra ciudad (cada uno con su propio nombre y apellido) necesita un lugar donde alojarse, pero también hay que comer y tratar las primeras enfermedades que más pronto que tarde aparecerán, desde simples resfriados a cosas más graves como miembros congelados.

¿Población esperanzada o descontenta?

Podemos construir toda clase de edificios, aserraderos, fábricas de metal, laboratorios, viviendas o hasta otros más originales como una especie de globos aero estaticos que nos servirán para localizar recursos y zonas de interés a lo lejos, pudiendo enviar expediciones hacia dichos lugares. La cosa está en que todo lo que hagamos traerá consecuencias, quizás queramos construir por ejemplo edificios de recolección de recursos antes que algunas viviendas, lo cuál si se está a -20º podrán tolerar los pobres desgraciados que aún no posean hogar, pero si se está a -40º hará que el nivel de descontento general aumente y esto es algo que también hay que vigilar, ya que siempre querremos tener un bajo nivel de descontento y la esperanza alta, si queremos evitar protestas o hasta rebeliones o huelgas.

Lo cual me lleva ahora a hablar sobre el libro de leyes. Como dije antes, una especie de árbol de habilidades que nos permitirá desbloquear ciertas normas para con nuestra ciudad. Lo que influirá bastante en nuestro nivel de esperanza o enfado de nuestra población. Como extender el turno de trabajo de los obreros u otras más drásticas como hacer que los niños también trabajen... Muchas de estas normas chocarán unas con otras, por lo que no podremos tenerlas todas y hay que elegir con extrema precaución.

A todo esto también hay que sumarle los eventos aleatorios, que se van sucediendo de forma orgánica y que deberemos reaccionar con la cabeza fría, aunque ya os digo que no estaréis preparados para casi ninguno de ellos... Un par de ejemplos, un grupo se ha quedado aislado por una tormenta ¿envías ayuda y pones en riesgo a más o los dejas a su suerte? Alguien tiene un brazo congelado y hay que amputar, no es seguro que sobreviva, ¿amputas con la consiguiente pérdida de recursos médicos o...? Y ya os digo, esto no es nada, hay decisiones brutales y crueles como pocas veces he visto, de estar más de 10 minutos dándole vueltas a la cabeza. Y todo esto, TODO, siempre influirá en la esperanza o descontento de la gente. Así que ojo.

Gráficamente el juego es una maravilla y tiene un gusto por el detalle exquisito, al igual que su banda sonora que refleja a la perfección los horrores de un mundo al borde del colapso por el desastre climático.

Valoración

Con Frostpunk, 11 bit studios lo ha vuelto a hacer. Que no os quepa la menor duda. Si con This War of Mine dejaron el listón altísimo, con este proyecto se han superado a si mismos. Preparaos para "pasarlo muy mal" en uno de los mejores juegos de RTS y supervivencia que se hayan hecho en mucho tiempo. Aunque no estaréis listos para lo que deberéis afrontar como dirigente del último reducto de la humanidad. Avisados quedáis.

Ya a la venta en PC (más adelante también en PS4 y Xbox One).

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